No era el adversario que el Cádiz recibía en Carranza el más propicio para conseguir la victoria, pues no sólo se trataba del líder, sino que también era el equipo con más goles marcados y menos recibidos.

No obstante y aun tratándose del primer clasificado, sus números como visitante no eran muy buenos, pues de los once partidos jugando solamente sumó dos victorias y siete empates, perdiendo en dos ocasiones, y, para terminar con los números añadir que hizo diez goles y encajó otros tantos.

Por lo expuesto y no solamente porque fuera mi deseo sino porque también así lo creía, pensé que la victoria caería del lado del conjunto amarillo y, como en otras ocasiones, me equivoqué, aunque estuve a punto de acertar.

Los sistemas utilizados por ambos equipos fueron el 1-4-4-1-1. Con defensa en línea de cuatro, un medio campo con dos pivotes y dos por bandas, un mediapunta y un hombre que se movía preferentemente por el centro del ataque. Con este dibujo entendemos que fue fundamental el trabajo que se vio por las bandas, pues en el centro del campo había muchos jugadores en muy poco terreno, pues a los movimientos que hacían de apoyo Abraham, por el Cádiz, y Tote, por el Hércules -qué gran jugador para esta categoría-, se sumaba que ambas defensas trataron de jugar los más alejado de su portería.

Comenzó el partido de la mejor manera posible marcando muy pronto el equipo cadista y dando motivos para que la afición respondiese animando al equipo. El once amarillo llevó a la grada el ánimo y ésta no solamente respondió, sino que cuando el Hércules se hacía con el dominio del balón, en muchas ocasiones por las reiteradas pérdidas en medio campo local, a lo que se unía una mala colocación de la línea defensiva, no demostró sus temores y sí su apoyo cuando los locales jugaban sus mejores minutos, que coincidieron con un fenomenal contraataque que acabó en las redes de Calatayud.

Cualquier valoración que hagamos del encuentro de ayer en Carranza -domingo de Carnaval y no se perdió- tenemos que hacerla teniendo presente que nos enfrentamos al que entiendo como el mejor equipo de la categoría. Por ello y pese a fallos puntuales en defensa y con dificultades a la hora de salir en contraataques -nos falta ese jugador en medio campo que interprete y ejecute con rapidez-, el resultado lo entiendo como justo en función de las oportunidades que tuvieron ambos conjuntos.

Podríamos resumir diciendo que en esta ocasión el equipo local me pereció un conjunto más equilibrado que en el último encuentro jugado en Carranza, pues ese equilibrio se manifestó en que se supo leer mejor el partido, cosa que ante un gran adversario no era fácil tarea.

No me gustaría terminar sin reseñar el buen partido llevado a cabo por Abraham Paz, pues aunque ahora figure en las filas del Hércules, no olvido que se formó en la cantera cadista, cantera que otrora diera tan buenos frutos.