Con Paz hubo un poco de guerra. La vuelta del defensa portuense que durante tantas temporadas fue el buque insignia del centro de la defensa del Cádiz trajo al Carranza un injusto recibimiento en forma de pitos y algún que otro insulto. Paz fue un auténtico profesional vestido de amarillo y, antes de fallar el que quizá, para su desgracia, será el penalti más importante de su carrera, metió otros muchos que dieron puntos e incluso ascensos de categoría. Lástima que la memoria sea tan débil en algunos casos.

Paz hizo frente a una semana repleta de sensaciones extrañas en la que muchas cosas le pasaron por la cabeza bajo la duda de saber qué recibimiento le iba a dispensar el cadismo. Los pitos cada vez que tocó el balón demostraron que, como se suele decir, muchos se la tienen guardada y que casi le responsabilizan de pleno del descenso más traumático en la historia del Cádiz.

La meteorología respetó el encuentro a pesar de que las predicciones apuntaban a una lluvia intensa al mediodía. Pero el agua caída durante la madrugada le pasó factura de nuevo a la Tribuna. Desde una hora antes del inicio del choque una dotación del cuerpo de bomberos trabajaba en el interior de la grada para achicar el agua acumulada por culpa de la lluvia. Menos mal que está inutilizada, ya que de lo contrario no se podría haber celebrado el encuentro. El caudal de agua alcanzó hasta la zona de banquillos, que hasta pocos minutos antes de arrancar el duelo estaba siendo limpiada por el personal del club. Por cierto, enorme el trabajo de estos profesionales.

Punto y aparte es que la grada siga todavía en pie y que la imagen que se ofrece ante una televisión nacional sea de una estructura con parte de los asientos retirados, con una montaña de arena a pie de campo y con cerca de medio centenar de personas ocupándola a pesar de estar clausurada. Lo curioso es que entre esos invasores estaban Chico Linares y algunos de los descartados de la convocatoria de ayer.

Otro asunto que cada vez preocupa más y que refleja la cruda realidad del actual Cádiz corresponde a la afluencia de espectadores. Con la Tribuna sin uso, en las otras tres gradas hay huecos por todas partes -el día y el equipo no invitan a una respuesta mayor- y la imagen del partido se empieza a parecer cada vez más a lo que sucede en muchos campos de la categoría de plata.

El choque, patrocinado por Telefónica, contó con un concurso de lanzamientos desde el punto de penalti en el descanso para premiar con un ordenador portátil al vencedor de una ronda de tres disparos. Los elegidos salieron de un concurso de celebración de goles organizado por Onda Cero.

Y de cero, para muchos seguidores, los nuevos palcos por culpa de la ausencia del sonido ambiente. Demasiado cristal y frialdad.