Los clubes de la Segunda División B presentarán hoy en la asamblea de la RFEF un proyecto de confección de grupos que, en principio, debe ser aprobado como un mero trámite por el que los clubes andaluces, extremeños y murcianos quedarían encuadrados junto a Puertollano, Ceuta y Melilla de cara a la próxima temporada en el grupo IV. En ese esquema de cómo quedará estructurada la categoría de bronce está incluido el Poli Ejido, que ha presentado un recurso en la justicia ordinaria contra su descenso administrativo a la Tercera División.

Balona, Cadiz, Jaén, Écija, San Roque de Lepe, Sevilla Atlético, Betis B, Lucena, Roquetas, Almería B y Poli Ejido como representantes andaluces; Lorca Atlético y Caravaca, por la comunidad murciana; Ceuta y Melilla, por sus respectivas ciudades autonómicas; el Puertollano, por petición propia, pese a su condición de conjunto castellano manchego, y los extremeños Cacereño, Badajoz, Villanovense y Sporting Villanueva por una Extremadura que celebra su regreso a lo que consideran su "hábitat natural".

En el más que probable caso de que se confirme el descenso del Poli Ejido podrían suceder un par de cosas: que el grupo IV de Segunda B quede reducido a tan sólo 19 equipos o que la plaza de los celestes sea ocupada por otro que esté dispuesto a abonar los 400.000 euros de la parte alícuota de la deuda generada por los clubes que han descendido. El Atlético Malagueño suena con fuerza.