Cádiz CF

El Cádiz CF, con una virtud permanente y una carencia crónica

  • El equipo amarillo recupera el tono defensivo pero tiene problemas en ataque

Haroyan busca el balón en el partido contra el Valencia.

Haroyan busca el balón en el partido contra el Valencia. / Jesús Marín

El partido entre el Cádiz CF y el Valencia tuvo algo 'strangers in the night' por aquello de la salida nocturna que llevó de una tacada a siete jugadores a la grada por mandato punitivo de Álvaro Cervera.

Fue raro por inhabitual el duelo de la octava jornada. Y aunque las ausencias, algunas de calado, minaron el potencial de los locales, no impidieron la puesta en práctica del archiconocido lema convertido en combustible del motor cadista desde hace cinco años y medio.

Más allá de que jueguen unos u otros, lo que da de comer son los puntos. Uno más y un pequeño paso tras un encuentro de difícil evaluación que rara vez se volverá a presentar en el mismo contexto. Mal asunto si vuelve a sangrar la misma herida en el vestuario.

Lo que sí queda meridianamente diáfano es que el Cádiz CF se aferra al espíritu competitivo para explorar sus opciones de repetir el éxito de la permanencia. Esfuerzo, todo el que cabe en el universo. Calidad, lo que se dice calidad, con los parámetros muy justos en una Liga tan exigente como la Primera División española.

La intensidad, la lucha, la ubicación sobre el césped, el orden… todo eso está garantizado. Lo que se echa en falta es un poco de claridad en ataque, un remate que llevarse a la boca, un ¡uuyy! que casi no pudo gritar la afición en el primer partido sin límite de aforo después de un año y medio de pandemia.

Cuando el bloque funciona, es harto complicado hacer un gol a un equipo que concede poco a su rival. El problema cuando hay que estirarse y mirar una portería contraria que queda muy lejos. Es cuando sale a relucir una carencia crónica, amplificada en la máxima categoría.

Todo lo bien que lo hace el Cádiz CF en defensa lo pierde después en ataque. Un equipo con dos caras bien diferenciadas que basa su existencia en la destrucción mientras da la sensación de que fía sus posibilidades de gol a situaciones aleatorias, sobre todo en acciones a balón parado.

¿Cómo pueden mejorar los amarillos sus prestaciones ofensivas? La manta se le queda corta para cubrir las dos áreas. La contraria la pisa muy poco, apenas pone a prueba al cancerbero. Un empate ante un Valencia mejorado no es malo, pero el Cádiz CF debe ir pensando en avanzar de tres en tres con algo más de continuidad. Más pronto que tarde necesitará producir victorias para poder pujar por la salvación con un mínimo de garantía.

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