Playas

El verano en que Cádiz desvestirá la ordenanza de playas

  • Los naturistas afirman que el cambio de la normativa no hará que se practique el nudismo en el litoral urbano

Protesta de los  naturistas en el año  2010 en la playa  de la Victoria.

Protesta de los naturistas en el año 2010 en la playa de la Victoria. / Lourdes de Vicente

El alcalde José León de Carranza emitió en 1965 un edicto municipal con las normas que debían guardar los bañistas en las playas de Cádiz. Entre otras, estaba la de tomar el sol con la condición de tener “el cuerpo cubierto con el traje adecuado que descienda en sobrefalda o pantalón, tipo deporte con el largo y holgura que la decencia manda”. En bañador solo se podía estar en la playa, por tanto, el tiempo indispensable para acudir al agua. La revista satírica ‘La Codorniz’ realizó entonces un artículo de memorable ironía en el que felicitaba al municipio por la decisión y recomendaba tomar el sol “como el Cid Campeador”, armadura incluida...

Salvando las distancias temporales y morales de aquella época, las playas de Cádiz vuelven a la primera línea informativa tras la reforma de unas ordenanzas que, por el cambio del entonces gobernante Partido Popular en el año 2009, prohibían el naturismo en las playas urbanas de la capital para acotarlo a la zona de Cortadura más cercana a Torregorda. Con la modificación, el actual equipo de gobierno mantiene explícitamente esta zona como la dedicada a los amantes del naturismo y elimina cualquier exigencia relacionada con la vestimenta en el resto del litoral. Básicamente: es como un regreso a la casilla de salida, a la de antes de 2009, cuando no se prohibía el nudismo en Cádiz y, sin embargo, nadie lo practicaba de manera integral antes del Chato en Cortadura.

El cambio ha sido entendido por algunas personas como una permisiva apertura de puertas a practicar el nudismo en todas las playas de Cádiz, mientras que otras defienden que lo único que hace el Ayuntamiento es amoldar la ordenanza municipal a la normativa europea y, sobre todo, a la inmensa mayoría de las ordenanzas de los municipios costeros de España, que no prohíben de manera explícita un nudismo que, sin embargo, no se practica en esas playas más familiares y urbanas porque los naturistas gustan de acudir a las zonas más exclusivamente dedicadas a tomar el sol y a bañarse sin ninguna prenda.

Cierto es que aquella decisión del gobierno municipal de Teófila Martínez fue recurrida por los naturistas, que tras perder el juicio llegaron hasta el Tribunal Supremo en un recurso que les resultó, como otras tres sentencias en otros lugares de España, desestimado. Pese a ese varapalo jurídico, en el que el Supremo sentó jurisprudencia otorgando a los municipios potestad para prohibir el nudismo en sus playas vía ordenanza, los naturistas siguen defendiendo, apoyados en el europeo Tribunal de Estrasburgo de Derechos Humanos y en el Defensor del Pueblo español, que la prohibición sólo puede llegar en forma de ley orgánica nacional, una norma que no existe porque en España el naturismo es libre desde que en 1989 se eliminó el delito de escándalo público.

Y es que pese a ese amparo jurídico otorgado por el Supremo, y que en España sólo el Tribunal Constitucional podría enmendar, son escasos los municipios que han elaborado ordenanzas para prohibir el nudismo. En este punto, Ismael Rodrigo, de la Federación española de Naturismo, señala que “no se trata ya de una cuestión política”, pues hay municipios del PP, por ejemplo, que no han desarrollado esta ordenanza.

Con este bagaje es posible preguntarse: ¿Una vez cambiada la ordenanza y adaptada a la de la mayoría de España, sería posible multar a una persona que practicara nudismo en una playa urbana de Cádiz? El jurista Felipe Meléndez, profesor de Derecho Penal de la UNED, cree que “jurídicamente” sí sería posible que se interpusiera una denuncia. Matiza que aleja su opinión de posicionamientos políticos o morales, pero advierte de que este derecho podría “entrar en contradicción con el artículo 185 del Código Penal, que castiga el “exhibicionismo obsceno” en presencia de menores. Meléndez entiende que un padre “podría estar en su derecho” de interponer dicha denuncia.

Ismael Rodrigo, por su parte, no ve “por ningún lado” esta colisión jurídica y estima que el posicionamiento europeo y el del Defensor del Pueblo es claro: el nudismo no está prohibido en España y sólo una ley nacional, y no municipal, podría hacerlo, un posicionamiento contrario a las sentencias del Supremo.

En todo caso, Rodrigo dice tener claro lo que va a pasar este verano en las playas urbanas de Cádiz: no se practicará el nudismo en ellas porque los naturistas seguirán acudiendo a los arenales expresamente destinados a esta práctica, igual que en esas playas no suelen acudir familias en traje de baño. Recuerda Rodrigo que los naturistas solo realizan en las playas urbanas actos reivindicativos como los realizados en Cádiz tras el cambio de normativa de 2009.

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