El turismo de luces llega a Cádiz por Navidad
La ciudad se suma al fenómeno de visitas en busca de la iluminación, música y decoración navideña por sus calles
Horario y los mejores sitios para ver el alumbrado de Navidad en Cádiz
Cada vez son más los que buscan luces, música y decoración en todo este entramado que es la Navidad. Turismo de luces, lo llaman, un reclamo cada vez mayor que se está haciendo fuerte en las calles del centro de Cádiz, como lo es desde hace tiempo en Sevilla, Málaga, Córdoba o la famosa Vigo. Es innegable que la iluminación más portentosa de los dos últimos años sigue atrayendo a más gente al casco histórico, que móvil en mano se inmortaliza bajo los arcos lumínicos de San Juan de Dios y todos los exornos también audiovisuales de plaza España o Catedral.
Otra forma más de hacer turismo, para algunos, una horterada y despropósito para otros. Pero que Cádiz tiene más gente paseando por sus calles es innegable. Tanto es así, que los comerciantes de las calles y plazas con menos luces en el reparto han manifestado sus quejas. Todos quieren adornos, todos quieren formar parte del circuito más visual.
Este tipo de apuestas también se acompañan de coquetos mercadillos salpicando las plazas de ambientes mágicos, que aquí se ciñe al de artesanía de la plaza de la Catedral, así como actividades potentes para todos los miembros de la familia, que es quizás lo que no termina de cuajar en la ciudad. Estos parques navideños están muy enfocados a un público muy infantil, salvo la pista de patinaje en hielo de San Antonio, de la que disfrutan también adolescentes y usuarios adultos, tras eliminarse el tobogán también para todos los usuarios. La diferencia con otras ciudades que pujan por este enfoque más turístico de la Navidad son las grandes carpas en explanadas con muchas actividades para todas las edades.
La oferta se completa con las atracciones también para niños muy pequeños en la plaza de España y, por supuesto, con los tradicionales belenes salpicados por toda la ciudad, que tienen su público fiel. Como novedad, eso sí, se suma este año la Gran fábrica de la ilusión, un pasaje teatralizado compuesto por estancias en las que se preparan los regalos navideños, y en el que los niños y niñas tendrán la oportunidad de encontrarse con Papa Noel y los Reyes Magos.
Toda una manifestación de intenciones, en definitiva, hacia este fenómeno de la Navidad más visual, más alegre y seguramente menos sostenible, que debería revertir en el comercio local del centro histórico, entre el que siguen faltando grandes grupos y firmas que indiscutiblemente atraerían a más compradores a las calles como buen reclamo para el resto de tiendas de la ciudad. El balance lo harán después de la Navidad, así como en la hostelería, que ahora vive una de sus mejores temporadas con los cientos de encuentros típicos de las fechas.
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