La sorprendente transformación del foso del Pelíkano de Cádiz

Al foso de la Puerta de Tierra, un espacio conocido en Cádiz como el foso del Pelíkano en alusión a la antigua guardería enclavada a los pies de la muralla, no lo reconoce ni los usuarios del parque canino que vino a ocupar parte del espacio hace unos años. Y es que la transformación de este área con vistas al Monumento Nacional en un parque infantil y zona de esparcimiento familiar es ya una realidad casi palpable -su inauguración se baraja para el próximo 10 de enero- que viene a paliar décadas de abandono y dejadez.

El área de juegos y las dos zonas de merenderos que flanquean los elementos de atracción para infancia gaditana están prácticamente instalados y los operarios trabajan ya en el pavimento de seguridad y en el enraizamiento del césped que cubre el terreno del área más cercana al parque para perros.

De esta forma, las estructuras del columpio doble y de la tirolina, que se despliega de lado a lado de este área de juegos de unos 450 metros cuadrados, ya están colocadas a falta de los cables de acero y complementos necesarios para que desarrollen su función. También están dispuestos el juego de escalada de cuerdas y la pequeña caseta y el castillo, de madera ambos, con tobogán.

A los lados del conjunto que forman estos elementos, están también en su sitio las ocho mesas, divididas en cuatro y cuatro por zona, con papeleras (hay algunas colocadas de las doce previstas) preparadas para la separación de envases y plásticos, papel y residuos orgánicos que riman muy bien con los merenderos al estar todos realizados en madera. Eso sí, una de las áreas, la más cercana a la entrada está más al refugio de la arboleda propia del espacio, mientras que los merenderos situados hacia el interior, junto al parque canino, estarán ahora mismo más desprovisto de verde. Sin embargo, desde el municipio se informa que será cubierto por césped natural que está en proceso de enraizamiento..

A su vez, los trabajadores también se afanan en estos días en disponer el suelo de caucho del área de juegos aunque las bondades naturales del terreno invitan a que estos elementos estuvieran dispersos en el terreno propio y, quizás ahí, resida una oportunidad perdida en este espacio. Así, no hubiera sido mala idea aprovechar la tierra y el césped del foso, sin pavimento alguno, para que los niños y niñas pudieran disfrutar de los elementos de juego distribuidos por todo el área en la tierra o el césped, ya que en Cádiz no existe ningún enclave de este tipo, sin embargo, tan habitual en otras capitales europeas.

En este sentido, desde el Ayuntamiento de Cádiz defienden que "la normativa no permite instalar juegos en césped" por la seguridad de la infancia "debido a las alturas de los juegos", de ahí las zonas de caucho para cumplir los espesores de posibles caídas. Así en los terrenos como prados, tierras o arenas semi-compactadas la altura de estas atracciones debe ser algo menor y, quizás, no hubiera sido un mal planteamiento.

De igual manera, aprovechar el terreno del parque canino para extender la idea de este parque infantil y de zona de esparcimiento también le hubiera dado una dimensión más llamativa al proyecto. De hecho, lo que sí se ha contemplado dentro de esta intervención en el adecentado del vallado del parque canino, la sustitución del suelo de albero y la inclusión en la parte exterior de césped de tres merenderos. Con todo, se sea más partidario o menos de compartir el espacio entre parque infantil y parque canino, la mejora que supone este cambio con respecto a los años de desatención y falta de miras vienen a mitigar la modestia del nuevo parque.

Eso sí, ya que los merenderos parecen invitar a las familias a pasar la jornada, sería recomendable actuar en el arbolado, con una poda amable y respetuosa, pero que ayude a armonizar el paisaje. También colocar una serie de bancos por la zona ajardinada para ampliar aún más la llamada a los ciudadanos, un aspecto que desde el Ayuntamiento se asegura que así será y que se está en proceso de integrar algunos bancos más.

También, y a la espera de que la intervención concluya -tiene un plazo de ejecución de mes y medio que está a casi dos semanas de cumplirse-, el resultado estético ganaría con el pintado en negro de las nuevas vallas y puertas grises situadas en la parte superior para dar continuidad a la gama cromática del verjado propio del paseo. Una acción que fuentes municipales también confirman que se llevará a cabo antes de la inauguración del espacio, además de la colocación de una valla de seguridad más que irá situada en la bajada, la restauración de las albardillas que faltan, y que actualmente están en fabricación, y la instalación de una fuente de agua potable a la entrada del parque.