Cádiz

A punto de comprar el hotel de la Casa del Almirante

  • La empresa aragonesa barajó esta posibilidad para así tener más presencia en el Doce

Zaragoza Urbana, promotora del hotel en Valcárcel, ha barajado la posibilidad de comprar el edificio de la Casa del Almirante, donde el empresario Honorio Aguilar trabaja desde 2005 para su conversión en un hotel también de cinco estrellas. Técnicos de la compañía aragonesa estudiaron el edificio y los trabajos ya realizados en él, descartando su entrada en el proyecto al considerar que tendrían que realizar numerosos cambios en el mismo para que éste adoptase la filosofía hotelera de Zaragoza Urbana.

La posibilidad de quedarse con este edificio, cuya conversión en hotel está paralizada por problemas de financiación, la barajó el propio Felipe Sanz por su interés de tener presencia en la ciudad, además de con el Hotel Playa, de cara a los actos del Bicentenario. Ayer, en diálogo con este diario, destaca incluso que lo ideal hubiera sido ampliar el edificio con otros anexos hasta quedarse con toda la manzana.

Junto a Zaragoza Urbana al menos otras dos cadenas hoteleras se han mostrado interesadas por este histórico edificio del barrio del Pópulo, una a través de una compra y otra a través de un régimen de alquiler, sin que por el momento hayan fructificado las negociaciones.

En el caso de Felipe Sanz, su interés por la ciudad viene ya de antiguo, hasta el punto que su grupo hotelero se encuentra radicado sólo en la capital aragonesa y en la gaditana. En todos los casos apuesta por proyectos extremadamente cuidadosos en su diseño y realización, aunque ello suponga incrementar los costes. Un ejemplo es el proyecto en Valcárcel. Los arquitectos Rafael Moneo, Tomás Carranza y Javier Moreno están trabajando en su diseño desde hace años.

Aprovechando los retrasos burocráticos, son numerosos los cambios que están introduciendo en el proyecto. El último, por ahora, se centra en la localización de una antigua capilla cuando el complejo asistencial se denominaba de La Milagrosa. "Hemos encontrado documentos en el archivo de la Diputación Provincial en el que se muestra cómo era el edificio cuando recibía esta denominación. Entre los papeles estaba una capilla con este nombre que después desapareció. Esta dependencia la queremos recuperar (eliminando algunas habitaciones) como un espacio singular más del nuevo edificio", destacó a este diario el propio Felipe Sanz.

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