La intención del gobierno municipal es que el próximo verano esté ya en uso la nueva ordenanza de playas, sustituyendo a la actual que data de 2009. El proceso de consultas con partidos políticos, administraciones y entidades vecinales ya se ha iniciado, pero se va a reforzar ya que en las últimas semanas al área de Medioambiente le han llegado nuevas iniciativas ciudadanas.

"La actual Ordenanza data de julio de 2009 y si bien es un buen documento que hasta ahora ha servido para que tengamos unas playas envidiables, cuidadas y donde se da entre las y los usuarios un buen uso y una buena convivencia, entendemos que es momento de revisarla y poderla mejorar. Entre las principales novedades tenemos que tratar debates que están sobre la mesa como el de zonas sin humos, zonas que permitan la práctica del nudismo o la presencia de animales domésticos fuera de temporada", según explicaba recientemente la edil de Medioambiente, Rocío Sáez.

"Será un proceso de diálogo y desde la delegación estamos seguras de que alcanzaremos un consenso adecuado, contando con todos los puntos de vista, que adapte la ordenanza de playas de la ciudad a la realidad actual", ha expuesto al respecto.

Aunque la ordenanza será presumiblemente extensa de acuerdo con el modelo de litoral que se defiende desde el Ayuntamiento, hay varios aspectos que pueden llevar a la polémica, ya que tienen tantos detractores como defensores.

Es, por ejemplo, el uso de la playa por parte de los perros. Teniendo en cuenta que la normativa regional lo prohíbe en la temporada de baños y el Ayuntamiento es contrario a permitir su uso en determinados horarios, sí se plantea esta posibilidad fuera siempre de la época estival. En todo caso, es un aspecto que aún se debe de cerrar.

También se crearán zonas sin humo (sin tabaco) cuya ubicación definirá el plan de playas y que se modificarán o no atendiendo a los resultados.

A la vez que moderniza la ordenanza municipal, el Ayuntamiento acomete una serio de mejoras en las infraestructuras playeras, pendiente de una reforma más amplia del Paseo Marítimo, de un coste más elevado.

El arreglo de la escalera de caracol ubicada en la frontera entre las playas de la Victoria y de Santa María del Mar, le costará al Ayuntamiento unos 40.000 euros. En muy mal estado desde hace años, hasta el punto que está cerrada al paso de viandantes, el proyecto de reforma, que afectará también al enorme escalón que se ha formado en la línea de playa, está pendiente de contar con el visto bueno de la Demarcación de Costas para adjudicar las obras.

De cara al próximo verano, ya que para éste no hay tiempo pues aún se está en proceso administrativo, se procederá a la instalación de la nueva balaustrada de cristal en el tramo del Paseo Marítimo entre Asdrúbal y Chaminade. Tiene un coste de 200.000 euros. La seguridad en este tramo de la acera se reforzará a la vez que aumenta la zona peatonal.