¿Se debe permitir que los niños jueguen a la pelota en las playas de Cádiz?

El suceso que tuvo lugar este lunes en Santa María del Mar de Cádiz ha dividido a la ciudadanía entre los que no entienden que se prohíba jugar a la pelota y los que lo detestan

Lo ideal sería buscar un equilibrio entre una postura y otra y que haya lugar para sucesos tan desagradables que dañan la imagen de la ciudad y de nuestras playas

La menor y la madre detenidas en la playa de Santa María de Cádiz propinaron "puñetazos, patadas y dos bofetadas" a una agente

¿Qué hacemos? ¿Se denuncia o no?
¿Qué hacemos? ¿Se denuncia o no? / D.C

No se puede jugar a la pelota en las playas de Cádiz a no ser que se trate de zonas expresamente permitidas para esas prácticas. Así de fácil.

Este lunes la playa de Santa María del Mar volvió a convertirse en protagonista. Esta vez, por suerte, no fue por la muerte de ningún bañista. En esta ocasión se convirtió en el escenario de una vergonzosa batalla campal en la que será complicado dirimir quién llevaba la razón.

Hay que presuponer que la Policía no está loca, pero también es cierto que hay testigos presenciales que han indicado a este periódico que pudo darse presuntamente un abuso de autoridad por parte de algún agente. El resultado fueron dos detenidos, mejor dicho dos detenidas, una madre y su hija.

Una joven pareja juega a las palas sin molestar a nadie,  a varios metros de distancia del último bañista.
Una joven pareja juega a las palas sin molestar a nadie, a varios metros de distancia del último bañista. / D.C

El origen, algún bañista que se sintió agredido o simplemente molesto por culpa de alguien que estaba jugando en su entorno le daría con una pelota o por el simple hecho de que le molestara el hecho de ver a los chavales y chavalas aprovechar una bajamar para dar unas pataditas a un balón intentando no molestar a nadie, al menos intentándolo. Al otro extremo están los jóvenes y “jóvenas” que se creen que están el Boca o en el River y golpean al balón como si estuvieran sólos en el circulo central del Santiago Bernabéu.

Pero todo esto son consideraciones subjetivas ya que existe una ordenanza escrita en la que el Ayuntamiento de Cádiz prohibe los juegos de pelota en zonas no permitidas de manera expresa. Siempre respetando el testimonio de una testigo directa de los hechos, un agente se acercó a un grupo de jóvenes procediendo a un registro de todas sus mochilas a ver si existía algún balón asesino.

Según la testigo, no apareció nada parecido a una pelota pero fue el detonante de una discusión que acabó con las dos detenidas. Este vergonzoso capítulo ha dañado seriamente la imagen de esta playa gaditana y, además, ha dividido a la población entre aquellos que consideran que jugar a la pelota en la playa no debe estar prohibido siempre que se haga cuando exista espacio libre para eso y aquellos que dicen que no es no.

El plato quedaría al dente si se lograra un equilibrio entre el derecho de usar la playa para jugar a la pelota y la seguridad de los bañistas que, también, deben poner de su parte y no sentirse molestados por el simple hecho de ver cómo juegan a las palas a 200 metros de su silla. Seguro que llama a la Policía, se enciende su cigarro y se sienta para disfrutar la que ha formado en Santa María. /Joaquín Benítez

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