“Los bloques de hormigón es lo más escandaloso que se ha hecho con las Murallas de Cádiz”

Patrimonio

José María Esteban, arquitecto y autor de 'Nuestra piedra ostionera', aboga por una restauración integral con sus materiales históricos originales

José María Esteban, con su obra, ante un tramo de la Muralla de Cádiz, levantada con piedra ostionera.
José María Esteban, con su obra, ante un tramo de la Muralla de Cádiz, levantada con piedra ostionera. / Jesús Marín
J. M.

Cádiz, 14 de diciembre 2020 - 07:00

¿De qué está hecho Cádiz? ¿Cual es la verdadera identidad de la ciudad más antigua de Occidente? El arquitecto José María Esteban lo tiene claro. Autor de Nuestra piedra ostionera, un libro que acaba de autoeditarse, recuerda que el emporio de fenicios y romanos que terminó refloreciendo en el XVIII pese a todas las embestidas naturales y humanas sufridas se construyó a partir de una piedra que no es en realidad una piedra, sino el mismísimo lecho marino emergido del Lacus Ligustinus hace entre un millón y medio y cinco millones de años. La calcarenita zoomórfica, una mezcla pétrea, compacta y mágica, de sílice y carbonato cálcico procedente de conchas de moluscos bivalvos fosilizados. Extraída durante milenios para formar parte, primero, de las paredes de primitivas cabañas y luego de la estructura misma del segundo mayor Teatro Romano de Hispania, para terminar conformando una edificación tan impresionante como la Catedral de Cádiz, la piedra ostionera es la auténtica identidad de Cádiz.

“No había nada escrito sobre la piedra ostionera. Se han publicado datos, pero no había nada que recopilase información sobre su orogenia, su formación, su trabajo, las herramientas que se usaban, sobre su empleo en la arquitectura de la zona gaditana y del acantilado sur del Atlántico”, cuenta Esteban.

“La piedra ostionera se usa en esta zona desde que el hombre pisa el tómbolo. Se encuentra en los acantilados de la Playa de las Mujeres, de La Caleta, de Sancti Petri, de Conil... Todo Cádiz es piedra ostionera... Y el hombre la usa porque es el material más próximo, el más inmediato, el más barato y tiene las cualidades constructivas suficientes para su fin. Pero siempre estuvo enjabelgada, protegida, cubierta con estucos antiguos, con albúmina de huevo, con aceite de linaza y de otros vegetales. Posteriormente, el desarrollo tecnológico hace posible que se pueda sacar de las canteras con nuevas técnicas y herramientas, para terminar en el siglo XVIII con unas obras magníficas como la de la Cripta de la Catedral de Cádiz, ejemplo sublime del trabajo de la piedra ostionera”.

“La identidad más importante de Cádiz es ese tono,ese color y ese aglomerado que nos define como ciudad única, desde las murallas, a las paredes tratadas de diferentes formas”, dice con pasión el arquitecto. “Cuando el estrato rocoso emerge, el individuo se identifica con la piedra, la saca del suelo, la talla y genera por encima del mar una nueva ciudad, una nueva estructura, que es en el fondo una prolongación de la propia roca ostionera del tómbolo”, resume.

“Todas las Murallas de Cádiz están hechas de piedra ostionera para aguantar el acantilado, ese barranco que no soporta la embestida de una ola cada 14 minutos”, recuerda el arquitecto. “Cuando se han ido cayendo por falta de mantenimiento, se agrietan, entra por las fisuras el agua, que lava el relleno interior, que es a veces de mazacote de arena y tierra, se caen los suelos y se abren”, explica.

No se puede resolver eso con bloques de hormigón donde antes había de piedra ostionera. Eso es lo más indecente que se ha podido hacer en Cádiz desde el año 1947. Luego se repitió mucho en los 60 porque surgieron nuevas roturas en la muralla. Es lo más escandaloso que se ha hecho en Cádiz, en vez de restarurar sus murallas convenientemente, con sus 75 grados de talud, con su talón abajo, que hacía de perfecto rompeolas;con su exquisitez, que era el zócalo, el platito de esa Tacita de Plata, cantada por Pemán y Machado”, asevera Esteban.

“La piedra ostionera es un elemento un elemento diferencial, cultural y patrimonial de Cádiz que hay que saber valorar y necesita de una pedagogía sobre su tratamiento, que debe ser culto y debe durar toda la vida”, propone. “Tenemos suerte, gracias a Dios, que al tener tantas arrugas agarradas con mortero, las murallas de piedra ostionera aguantan como un muro de los incas. Cuando el maremoto de 1755 no se abrieron grandes grietas ni en las Murallas ni en la Catedral. Porque esa piedra cogida con el mortero de cal histórico es fuerte y potente y nada puede tirarlas. Eso sí, debemos protegerla para que nos dure más y mejor”, concluye este experto en restauración del patrimonio.

"En las Puertas de Tierra, todas las paredes debían de estar como está su torre central. En las esquinas aparece la piedra ostionera con un tratamiento, pero lo demás está emparchado, incluidas las escaragüitas", señala el arquitecto. "Debíamos de hacer un enlucido total de las Puertas de Tierra, dejando esos fenómenos históricos que es lógico dejar: un arco, un portillo, el encadenado de las esquinas, dejando cicatrices, como las de un bombardeo, pero toda enlucida de un color beige. Ninguna muralla se deja con la roca vista porque por ahí trepa cualquiera y te ataca", argumenta Esteban.

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