Educación

Los padres afectados por el cierre de la guardería plantean crear una plataforma

  • El Ayuntamiento se ha reunido con las trabajadoras y con la anterior concesionaria pero por el momento no tiene intención de variar las condiciones de un concurso que quedó desierto

Fachada de la escuela infantil Josefina Fornell.

Fachada de la escuela infantil Josefina Fornell. / Jesús Marín

Los padres afectados por el posible cierre de la escuela infantil Josefina Fornell, situada en el barrio de Astilleros, están planteando constituir una plataforma para tratar de que el centro pueda abrir el próximo curso después que ya los hubieran matriculado. De momento, el lunes van a mantener un encuentro para ver las medidas que pueden tomar.

Cabe recordar que el concurso que sacó el Ayuntamiento de Cádiz para que fuera explotada quedó desierto, en parte porque las empresas consideran que el precio de salida, unos dos millones de euros por cuatro años, era excesivo. La anterior concesionaria, Senda, acabó su contrato y no se ha presentado al nuevo concurso, por lo que a falta de sólo 15 días para el inicio del curso en estos centros, hay poco margen de maniobra para encontrar una solución.

Por un lado, los padres quieren constituirse en plataforma ya que matricularon a sus hijos ante la Junta de Andalucía, ya que todas las plazas con las que cuenta la escuela infantil Josefina Fornell, son concertadas.

Por otro lado, está la situación en la que quedan las ocho trabajadoras que llevan desde hace años realizando su labor en este centro del barrio de Astilleros. Estas mantuvieron el miércoles una reunión con la delegada de Educación en el Ayuntamiento de Cádiz, Ana Fernández, donde se les trasladó que se iba a hacer lo posible para llegar a una solución. Una de las posibilidades era que incluso se empezara el curso 15 días más tarde para que diera tiempo de arbitrar algún tipo de medida.

De hecho, desde el propio Ayuntamiento se citó a la anterior concesionaria, la jerezana Senda, para mantener una reunión. Sin embargo, en la misma no se varió ni en una coma las condiciones por las que se había licitado el servicio y, por lo tanto, la empresa siguió con el plan inicial de no hacerse con la gestión de la guardería.

Precisamente, la empresa se reunió después con las empleadas, que ya se encuentran en el paro, para explicarles que habían acudido al Ayuntamiento con la intención de llegar a un acuerdo, ya que estaría dispuesta a hacerse cargo de la guardería si se mejoran las condiciones para hacer viable la gestión.Hay que tener en cuenta, además, que este año se había producido un descenso importante en el número de matriculaciones debido a las incógnitas que plantea el Covid-19, teniendo en cuenta que esta no es una enseñanza obligatoria.

Uno de los problemas es el tiempo, ya que la demora en sacar a concurso la concesión de la guardería ha hecho que la solución se tiene que encontrar con sólo 15 días de margen si realmente se quiere facilitar una. Si cerrara, los padres tendrían que volver a repetir el proceso de matrícula para que se les asignara un nuevo centro al que poder llevar a sus hijos.

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