La Iglesia de Cádiz y Ceuta, en manos de Don Ramón
El administrador apostólico inicia de manera formal su labor al frente de la diócesis, que vivirá un tiempo de provisionalidad a la espera de disipar dudas
Cádiz ha recibido este sábado entre aplausos a Ramón Valdivia
Hace apenas siete días, Roma daba a conocer que aceptaba la renuncia de Rafael Zornoza, cerrando así una etapa de 14 años en la diócesis de Cádiz y Ceuta para abrir otra de manera provisional. Y es que el Vaticano ha nombrado un administrador apostólico que regirá la Iglesia local hasta que se decida el nombramiento de un nuevo obispo. La persona elegida ha sido el hasta ahora obispo auxiliar de Sevilla, Ramón Valdivia, que este sábado tomaba posesión formal (en un acto simbólico, más que otra cosa). En sus manos queda ahora la diócesis, que tiene por delante varias claves por resolver.
Así, en primer lugar, surge el interrogante de por qué el Vaticano ha decidido nombrar un administrador apostólico y no directamente un nuevo obispo. Y es que es difícil entender la actuación de Roma, ya que si el administrador es nombrado para conocer de primera mano cómo está la diócesis y cuál es su situación, no se entiende que Zornoza se mantuviera como obispo más de 15 meses después de haber presentado la renuncia. Del mismo modo que no se entiende, si es cierto (nadie de la Conferencia Episcopal ni del Vaticano lo ha desmentido hasta ahora) que la denuncia contra Zornoza fue presentada este verano, que se haya tardado tanto en reaccionar para terminar haciéndolo con cierta sensación de premura que ha impedido disponer de un obispo nuevo para la diócesis.
También hay quienes sostienen que Cádiz y Ceuta es una diócesis complicada, tanto por su extensión geográfica como por sus muy diferentes maneras y costumbres entre la zona de la Bahía y la Janda, el Campo de Gibraltar y Ceuta, con el inconveniente del desplazamiento a la ciudad autónoma. Ingredientes que complican la búsqueda de un obispo que quiera asumir las llaves de esta diócesis.
En cualquier caso, ha quedado entre los fieles católicos esa sensación de duda ante el nombramiento de una administrador apostólico, ya que Roma se salta con Cádiz el guión que viene repitiendo en la mayoría de los relevos de obispo. Es por lo que la siguiente gran pregunta gira en torno al papel que Ramón Valdivia jugará a partir de ahora en la Iglesia diocesana.
¿Tendrá alguna encomienda especial de Roma para estos próximos meses en la diócesis? En este punto, no se puede olvidar que hasta el Vaticano han llegado no pocos escritos en los últimos años de sectores que dicen estar vinculados a la Iglesia y que han venido denunciando el modo en que Rafael Zornoza aplicaba su episcopado, a los que se unen los distintos procesos que en el Obispado se han llevado a cabo contra sacerdotes que han tenido también su eco en la Conferencia Episcopal y en la Iglesia. Por eso, cabe pensar que el Vaticano quiera conocer respecto a todo cuanto se ha dicho hasta ahora qué es cierto y qué se debe más a un ataque frontal contra Zornoza (como muchos sostienen que se ha venido produciendo prácticamente desde su llegada en 2011).
Al mismo tiempo, cabe pensar que el papel del administrador apostólico no responde a ninguna investigación sobre el estado y la realidad actual de la diócesis, sino simplemente a una labor de gestión en la que no va a cambiar nada. De hecho, conviene recordar que una de las primeras decisiones de Ramón Valdivia ha sido mantener en sus cargos a toda la Curia de la que se rodeó Zornoza en la última etapa.
Del papel que desempeñe el administrador apostólico se desliza otra pregunta muy recurrente a lo largo de esta semana: ¿cuánto tiempo estará gestionando la diócesis este administrador? Una duda que, en este caso, no tiene respuesta ninguna, ya que ni el Código de Derecho Canónico ni ningún otro documento de la Iglesia concreta lo más mínimo el período de desempeño de un administrador apostólico. Así que Valdivia puede haber asumido la gestión de la diócesis por unos pocos meses o por varios años, no se puede vaticinar este período de provisionalidad cuánto tiempo va a durar.
También hay quien se pregunta si el elegido finalmente para ser obispo de Cádiz y Ceuta puede ser el mismo administrador apostólico. Es decir, que transcurridos los próximos meses en los que Valdivia vea cómo funciona esta diócesis y si se dieran las circunstancias de que Roma comprobara que el administrador ha encajado bien, el propio Valdivia sea nombrado obispo. “No es lo normal, aunque es probable”, señalan desde Hospital de Mujeres sobre esta opción que no deja de ser una mera conjetura. Como lo han venido siendo hasta ahora todos los nombres de posibles obispos que iban a destinar a Cádiz (entre ellos los propios auxiliares de Sevilla, tanto Ramón Valdivia como Teodoro León, o últimamente el obispo de Guadix, Francisco Jesús Orozco).
Y si el futuro que se abre ante la diócesis con el recibimiento formal que este sábado se le ofrecía a la persona elegida por el Vaticano para administrarla de ahora en adelante está lleno de claves sin respuesta, el futuro resolverá también -a buen seguro- una clave más relacionada con el período de 14 años de obispo de Rafael Zornoza. ¿Lo ha hecho bien en la diócesis, o ha sido un episcopado negativo? ¿Quién tendrá la razón respecto al juicio hecho al obispo dimisionario, aquellos que no han cesado en sus críticas hacia las decisiones adoptadas y que han trasladado una imagen negativa de Zornoza, o esos otros que defienden que el obispo fue enviado para poner orden en la diócesis y ha cumplido la encomienda con creces, generándose con ello enemigos que no han perdido ocasión de señalarlo en todos estos años?
Esta duda conviene plantearla con más detalle, recordando que Zornoza ha estado señalado prácticamente desde su llegada por prácticamente todo lo que ha hecho y lo que no ha hecho. Los cambios en el Seminario, la actualización administrativa, los nuevos protocolos en materia económica y de gestión de parroquias, templos y otras instituciones y servicios diocesanos y los sucesivos cambios en la Curia (donde quizás Zornoza no haya tenido buen ojo, como refrendan los continuos cambios de vicario general) han marcado un episcopado que no ha sido un camino de rosas precisamente para el que hasta el pasado sábado era obispo. Por señalarlo, hasta se denunció que quería vender la pintura de El Greco que hay en Hospital de Mujeres, que lo único que ha ocurrido en este tiempo es que ha sido restaurada, como lo han sido diversas obras y elementos arquitectónicos de la sede del Obispado y de otros muchos templos y edificios de la diócesis.
La clave sobre el episcopado de Zornoza la dará el tiempo. Este tiempo del administrador apostólico que ya dirige la diócesis y el tiempo, cuando llegue, del futuro obispo. Si en este tiempo llegan cambios y se producen grandes transformaciones respecto a cómo se estaba dirigiendo hasta ahora la Iglesia gaditana, si se dejan sin efecto decisiones adoptadas por Zornoza para volver a cómo la diócesis se administraba en tiempos de Ceballos, podrá concluirse que el del obispo recién cesado (al aceptar Roma su renuncia) no ha sido positivo. Y si en el tiempo que ahora comienza las cosas siguen llevándose como hasta ahora, si la Iglesia gaditana mantiene el rumbo marcado en estos últimos 14 años, se podrá concluir que Zornoza tenía razón y que lo hizo bien al frente de la diócesis.
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