La aplaudida presentación en Cádiz del nuevo administrador apostólico
Ramón Valdivia anuncia en la misa de bienvenida en la Catedral que quiere ser "una continuación transitoria de los anteriores pastores hasta que pueda entregaros al nuevo pastor diocesano"
Así ha sido la presentación en Cádiz del nuevo administrador apostólico de la diócesis
"Hágase en mí según Tu palabra". El administrador nombrado por el Papa León XIV para la diócesis de Cádiz y Ceuta, Ramón Valdivia, ha escogido el pasaje evangélico de la Anunciación de la Virgen en este inicio de Adviento para presentarse en Cádiz, con unas primeras palabras respecto a su nombramiento y el papel que quiere desempeñar en la diócesis que han levantado los aplausos del público que ha llenado la Catedral.
Ha sido el del obispo auxiliar de Sevilla un mensaje cargado de Esperanza y de cierta contundencia en las intenciones con las que asume la responsabilidad encomendada por el Vaticano. "Lo hago alegre y confiado, entregado y sin reservas", ha insistido Valdivia, como viene repitiendo desde el pasado sábado, avanzando que quiere ser un obispo "que siguiendo el ejemplo del Hijo de María pueda servir de puente, como hace nuestra diócesis, entre África y Europa, entre la pobreza y la abundancia, y sobre todo entre las tristezas de quienes sufren y la alegría de participar en la comunión con Cristo".
"A veces nos arrojamos al pesimismo cuando no sabemos ver que Dios ha querido esconder sus tesoros en la belleza de la pequeñez, como anuncia María. Y sin embargo, la Madre puede proclamar la grandeza del Señor porque ha mirado la humillación de su esclava", ha afirmado desgranando ese pasaje evangélico escogido para esta misa de presentación, defendiendo que el sí de la Virgen al arcángel Gabriel "cambió la historia de la humanidad".
Ha tenido varios guiños a Cádiz, la diócesis y su geografía. Como cuando ha afirmado que la "verdadera alegría abandona el sarcasmo del que quiere instalarse en la queja permanentemente" para recordar a los presentes que los católicos gaditanos "estamos llamados a que nuestra fina ironía, la vuestra, haga que nos podamos reír de nuestras limitaciones para abrazar la misericordia de Dios". "No nos faltan problemas, como en todos los hogares del mundo, pero tenemos la inmensa fortuna de estar predestinados a ser hijos de Dios. Basta un pequeño sí para pertenecerle", ha añadido en ese tono positivo con el que ha impregnado estas primeras palabras como administrador apostólico de Cádiz y Ceuta.
Respecto al papel que quiere jugar al frente la diócesis a partir de ahora, Ramón Valdivia ha sido muy claro: aspira a ser "una continuación transitoria de los anteriores pastores hasta que pueda entregaros al nuevo pastor diocesano, por el que desde ya comenzamos a pedir". De hecho, ha querido tener un gesto con el obispo Rafael Zornoza (que no ha acudido a la ceremonia) "por su entrega generosa en estos catorce años de servicio".
"Este tiempo será un regalo para mí, para que ensanche mis horizontes, para que junto a vosotros pueda cruzar los mares y atreverme a romper el lazo del Non Plus Ultra y diga "más allá", buscando los caminos de comunión a los que estamos llamados", ha añadido en otro guiño a la ciudad, antes de lanzar otro reto o deseo en este mandato que comienza: "que mi ministerio pueda desarrollarse en cada uno de los rincones de nuestra diócesis, desde esta punta de la Bahía hasta el confín del Campo de Gibraltar y desde el interior de la Janda hasta la misma Ceuta".
Un sonoro aplauso ha acompañado al final de esta primera homilía de Ramón Valdivia como administrador apostólico de la diócesis, en una ceremonia en la que el obispo ha estado acompañado de más de 70 sacerdotes que han llenado el altar mayor y los primeros bancos de la Catedral. Junto a él, Teodoro León, el otro obispo auxiliar de Sevilla, que también sonó como posible sustituto de Zornoza (de hecho lo aseguraron varios medios de comunicación días antes del nombramiento de Valdivia), que ha querido acompañarlo en un día tan especial en el que el nuevo responsable de Cádiz y Ceuta ha dejado "temporalmente atrás a mi familia, representada por mi hermana y mis sobrinos, y a mi archidiócesis".
A la ceremonia han asistido el alcalde de Cádiz, Bruno García, y varios concejales de la Corporación (como José Manuel Verdulla o Manuel Márquez); la delegada del Gobierno andaluz en la provincia, Mercedes Colombo; la delegada territorial de Cultura de la Junta, Tania Barcelona; el comisario provincial de la Policía Nacional; y buena parte de los representantes de las distintas facetas de la diócesis y de sus organismos y servicios.
"Hoy comienza también un periodo nuevo en mi vida, también en la vuestra", ha afirmado en la celebración Ramón Valdivia, que antes de finalizar la misa de bienvenida ha trasladado dos ruegos más a los asistentes: "Rogaría a todos que recen por mí. Soy consciente de mi pequeñez y debilidad, pero sé que el Señor hace obras grandes", ha sido el primero, para seguir pidiendo por la diócesis, "para que sea espejo donde los pobres, los enfermos, los que sufren encuentren un espejo donde mirar y contemplar la misericordia de Dios".
Un nuevo aplauso ha acompañado a esta despedida del obispo, que recibiría un tercer aluvión de palmas cuando ha regresado a la Sacristía, donde lo esperaba un centenar de sacerdotes, seminaristas, diáconos y acólitos para ratificar esta cálida acogida que Cádiz ha dado a su nuevo administrador apostólico.
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