El mercado inmobiliario en Cádiz

Las 'fake news' sobre los pisos turísticos

  • Las propias empresas inmobiliarias afirman que este tipo de oferta no afecta a los alquileres

Un piso, en alquiler

Un piso, en alquiler / Jesús Marín

Al igual que ha pasado con el carril bici, que según algunos nadie utiliza, y que “ha dejado a la ciudad sin aparcamientos”, los pisos turísticos se han convertido en los causantes del despoblamiento del casco antiguo de Cádiz, del incremento de los precios de sus alquileres y de la falta de viviendas. Dos claros ejemplos de fake news (noticias falsas) a la gaditana.

En el caso de los pisos turísticos, son las propias inmobiliarias, interesadas a priori en evitar esta competencia, las que rechazan esta acusación.

Por lo pronto, el casco antiguo cuenta con más de un centenar de fincas vacías, según el estudio encargado por el propio Ayuntamiento para analizar el mercado inmobiliario tras el boom de estos pisos. Son en su mayoría edificios que se encuentran cerrado desde hace años, muchos desde hace décadas. Ni en la época más floreciente de la Oficina de Rehabilitación, la Junta pudo cerrar acuerdos con sus propietarios para su reforma.

El informe municipal destaca, por si fuera poco, que un 10% de estos inmuebles se han podido salvar de la ruina gracias a su conversión en apartamentos turísticos o en la transformación de pisos residenciales complementados con otros tantos turísticos. Si no, seguirían cerrados.

Por si fuera poco, tanto el Ayuntamiento como la Junta cuentan de forma conjunta con 27 edificios vacíos. "¿Si hacen falta viviendas, por qué no se rehabilitan?", se afirma desde las inmobiliarias.

Curiosamente ha sido la iniciativa privada la que en estos años ha monopolizado la reforma de edificios y la construcción de nueva planta en el casco histórico, en su mayoría como uso residencial. Y curiosamente, muchas de estas viviendas han sido adquiridas por personas residentes en otras ciudades.

Hay otra fake news dirigida a las viviendas turística: "el ruido que provocan los residentes". Curiosamente, no hay denuncia judicial alguna en Cádiz, ciudad ya muy ruidosa. Por el contrario, sí hay una sentencia a un vecino de estos pisos que fue condenado a no acercarse a su casa en 500 metros tras una campaña de acoso contra los usuarios de este vivienda.

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