De la espiocha y la mezcla a la masa

Ramón Serna posa en su panadería, reabierta recientemente.
Ramón Serna posa en su panadería, reabierta recientemente.
E. Escoriza / Cádiz

23 de septiembre 2012 - 01:00

El paro sube, la crisis continúa y la búsqueda de alternativas, casi por obligación, se agudiza. Algunos deciden marcharse a otro país para probar suerte en el mundo laboral y otros optan por volver a casa, a lo de siempre. Este último es el caso de Ramón Senra, un joven gaditano que ha optado por retomar la antigua panadería de su padre.

Se trata de un pequeño local en la calle Beato Diego de Cádiz que cuenta con casi un cuarto de siglo de vida. Jorge Senra, el padre de Ramón, ha trabajado allí desde 1988 hasta hace un par de años, cuando se vio obligado a cerrar por motivos de salud. A partir de entonces, la 'Bollería/Panadería Pepi' ha estado alquilada a terceros un año y cerrada otro; desde hace un mes aproximadamente el timón del negocio vuelve a estar en manos de la familia Senra.

Ramón se dedicaba a la construcción. "La panadería ha pertenecido a mi padre desde hace más de veinte años. Yo tenía una empresa de albañilería pero al final no fue muy bien y tuve que dejarlo; el poco dinero que me quedó lo invertí en reformarla para volver a abrirla", comenta. El joven ha cambiado la mezcla por la masa y se muestra ilusionado ante el nuevo camino que tiene por delante. Ha renovado la maquinaría y se propone introducir nuevos géneros. Se trata de uno de esos establecimientos de toda la vida.

La situación económica le ha obligado a retomar el negocio familiar y volver a una profesión tradicional. En los tiempos que corren, tener algo que recuperar puede ser una de las mejores salidas.

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