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Desahucio en Cádiz: Una madre y sus dos niños menores de edad se verán este jueves en la calle

Verónica esta tarde de miércoles recogiendo las cosas de su casa.

Verónica esta tarde de miércoles recogiendo las cosas de su casa.

"Yo no he dado una patada a ninguna puerta, yo pago mis recibos, la comunidad, la luz... Yo no soy una okupa, yo volví a la casa donde he vivido toda mi vida y a la que volví, además, porque no me quedó otra, porque no tenía donde meterme con mis dos niños. Y ahora aquí estoy, recogiendo, muerta de la pena, habiendo tocado todas las puertas de todas las administraciones y pensando qué voy a hacer mañana, dónde me voy a meter con dos niños..."

Verónica Rueda intenta templar su voz para relatar la concatenación de hechos que han desembocado en la situación en la que se encuentra actualmente, con una notificación de desahucio en la mesa, que ayer martes le entregó la Policía, donde reza que este 28 de septiembre a las diez de la mañana su casa deberá estar desalojada.

La gaditana de 31 años, madre de una niña de 12 y de un pequeño de 4 años, ha estado en Procasa, en la delegación correspondiente de la Junta de Andalucía, ha hablado con la asistenta social y hasta el alcalde de Cádiz, Bruno García, la recibió el pasado jueves y escuchó su complicada situación. "Él me dijo que iba a hacer todo lo posible, que intentaría hablar con la Oficina AVRA de la Junta pero que me tranquilizara porque ya apenas se ejecutaban desahucios. Eso me dejó algo más tranquila pero ayer vino la Policía y me dio la notificación y yo no sé ya dónde acudir ni qué hacer", se desespera la mujer que reside en la avenida del Guadalquivir, 22 y a la que le han dado "la posibilidad de dormir en el albergue durante 10 días". "Pero sólo es dormir, y ¿qué hacemos los niños y yo?, ¿estar en la calle el resto del día después del colegio?, ¿y es un sitio el albergue para estar los niños?", se pregunta.

Verónica entiende la complicada situación que atraviesa, quiere una solución, pero también quiere explicarse. No es "una okupa" insiste y una no llega a esta encrucijada de un día para otro, acierta. Verónica vive en la avenida del Guadalquivir desde que tiene uso de razón. Uso de razón para saber que sus padres "por problemas de droga" no pudieron ocuparse de ella y decidieron que fuera su tía quien regentara su custodia. "Mi madre", la nombra Verónica. 

Con ella y con el hijo de su tía, para la chica su "hermano", vivió la joven en la casa de la que ahora la quieren echar hasta que en 2009 la mujer falleció. "Yo tenía entonces 17 años y fue mi hermano el que se ocupó de mí durante un año, hasta cumplir la mayoría de edad. Ya me tenía que valer yo porque era adulta y viví allí hasta 2011 pero es que se dieron dos circunstancias. Una, me quedé embarazada y dos, en esa casa no me podía quedar porque mi hermano tenía problemas y la casa no estaba en condiciones para yo criar ahí a un hijo, a una hija, en este caso".

Verónica decidió irse dos años a casa de su suegra, luego a un piso de alquiler en el barrio de Loreto donde estuvo durante 10 años. En ese transcurso de tiempo, un hijo más y la separación de su pareja. "Y para colmo ya comenzaron a avisarme del piso que lo iban a poner a la venta y que tenía que ir pensando en irme. Ocurrió que al nada mi hermano murió el pasado marzo y en el mes de abril de este año pues cogí las llaves de mi casa y me volví allí con mis niños", reconoce.

La joven se ocupó de "adecentarla", de hacerla "habitable", "y lo primero que hice fui a la Junta para decir que yo había vuelto y que quería empadronarme o hacer el trámite que tuviera que hacer pero me dijeron que no". "Yo de todas formas me quedé porque no tenía dónde ir, sin padre, sin madre, y el padre de mis hijos vive en casa de su hermana en una habitación, con lo que tampoco él se podía llevar a los niños. Vi que lo mejor era volver a la que consideraba y considero mi casa. Y desde entonces he pagado todos mis recibos, todo lo he intentado llevar al día con los 180 euros que tengo ahora mismo de ayuda familiar. Pero nada, la Junta insistía en echarme, tuve un juicio en agosto, lo perdí, mi abogado recurrió, alegó situación de vulnerabilidad, pero nada, ya me desahucian, me tengo que ir. Le pedí ayuda al alcalde porque, bueno, es el alcalde y creía que algo podría hacer. En Procasa me han dado cita el 3 de octubre, ya muy tarde, aunque iré...", lamenta Verónica lanzando un SOS a aquel que lea estas líneas y pueda ofrecerle una solución para ella y sus hijos.

"No te puedes imaginar lo que es esto... No puedes... Hace unos días, en la vuelta al cole, la señorita de mi niño le pidió a los chiquillos de la clase que cada uno dijera un deseo. Mi niño, de 4 años, pidió que no lo echaran de su casa... ¿Qué hago con eso?"...

 

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