Cádiz capital ha perdido una inversión de al menos 20 millones de euros por culpa del elevado precio que propietarios de terrenos en el polígono exterior de la Zona Franca están pidiendo por su suelo, según han confirmado a este diario fuentes conocedoras de la operación.

La inversión se centraba en la construcción de un centro comercial que se quería levantar en la enorme pastilla que conforman el antiguo Híper Cádiz, el solar de Talleres Faro y, en una esquina, oficinas de un viejo concesionario de vehículos, entre otros.

El proyecto estaba patrocinado por un grupo de inversores sevillanos. La idea era construir un centro comercial del estilo de Área Sur en Jerez de la Frontera, pero en un edificio cerrado.

La previsión de los promotores era invertir 20 millones de euros. La Zona Franca, propietaria del suelo de Talleres Faro, estaba por la labor de apoyar este proyecto. Sin embargo, se chocó con las intenciones económicas de la propiedad del antiguo hipermercado, dueños ya de otros locales en el polígono exterior y de más suelo repartido por toda la provincia.

Según las fuentes consultadas, se pidió a los promotores unos 1.000 euros por metro cuadrado de suelo, lo que suponía una inversión de unos 12 millones sólo en la compra de Híper Cádiz y la antigua concesionaria de Volkswagen, con 11.000 metros cuadrados en su conjunto.

"Con todo ello el coste de la operación se disparaba a más de 2.000 euros el metro cuadrado, lo que hacía totalmente inviable la operación", indicaron las mismas fuentes. A ello se le unía también la necesidad de conseguir el suelo público con lo que ellos suponía de coste y gestiones.

La inversión, se lamenta, se ha perdido para Cádiz al trasladarse ya a otro punto en Andalucía.

Esta unidad de actuación en uno de los extremos del polígono exterior, tiene fijado un uso comercial y hotelero desde que la urbanización de la zona se diseñó durante el mandato de Teófila Martínez al frente del Ayuntamiento y de José de Mier en el Consorcio.

En este suelo se pretendía levantar lo que se consideraba uno de los 'hitos' de la reorganización del polígono, siendo el otro el Centro Multiusos de Espectáculos en el solar de Navalips, tampoco ejecutado

En el mismo se autorizaban locales comerciales, oficinas y también un hotel. Incluso en un primer momento se planteaba una torre de 20 plantas de altura.

El centro comercial ahora fallido se complementaba con dos o tras plantas subterráneas para aparcamientos, ante la ausencia de espacio para ello en la superficie.

Los promotores valoraban también su ubicación en la misma entrada a la ciudad, con una conexión directa con el puente Carranza.

Esta unidad de ejecución dispone de 24.918 metros cuadrados, con más de 60.000 metros cuadrados de edificabilidad. Junto a los propietarios del principal suelo, hay un segundo dueño con 1.915 metros de terreno, la Zona Franca dispone de otros 11.000 entre Talleres Faro y las naves alquiladas por Sufi Cointer.

La pérdida de esta inversión va en paralelo con la críticas que hace unos días lanzó Fran González, delegado del Gobierno en la Zona Franca, a este diario tras las dificultades que ellos y el Ayuntamiento se están encontrando para sacar adelante la reordenación del polígono exterior, que en su mayor parte está en manos privadas.

Ya González alertó en este diario de los altos precios que algunos empresarios estaban pidiendo por sus suelos, necesarios para completar, como en este caso, las unidades de actuación en las que está repartida el polígono. Otro caso similar se están produciendo en Ibérica Aga, donde el Consorcio proyecta la denominada Zona Cero y que choca con una parcela en manos privadas y puesta en el mercado a un coste muy por encima de lo normal.

Los fallidos promotores se han marchado, finalmente, a Sevilla donde ya han comprado un terreno para sus inversiones.

Fuentes del sector resaltaron sobre el interés que hay ahora por realizar este tipo de inversiones."“Para muchos ya no interesa tener el dinero guardado en los bancos, habida cuenta del nulo interés que estos producen", por lo que se pretenden sacar adelante operaciones urbanísticas.

En este sentido, se destaca también "la demanda que hay en Cádiz capital para la construcción de viviendas de renta libre, o de promotores que pretenden sacar adelante proyectos como residencias de estudiantes y centros geriátricos". El alto coste del metro cuadrado en la capital ha llevado a una parte de estos inversores a buscar en otros ciudades "como ha pasado con un grupo que promovía un centro de mayores y finalmente se ha ido a Chiclana".

El propio Ayuntamiento de Cádiz tiene un suelo en la avenida de Astilleros, dentro del Plan Plaza de Sevilla, donde inicialmente iba a levantarse la Comisaría de la Policía Nacional, y donde ahora tiene una propuesta para levantar un hotel y un equipamiento geriátrico.