La gente viajaba en carro, o en burro, o a pie; las mesas de un gran número de hogares estaban ocupadas apenas por platos medio vacíos de sopa y de pan a secas; los niños pedían limosna; los arcenes de las carreteras eran apenas cunetas terrosas. Los años 50 en España mostraban un país que, pese a haber transcurrido más de una década del final de la peor contienda civil, era un territorio de posguerra. Era un país de imágenes en blanco y negro que, para que tuviera colores había que retocar voluntariosamente a mano. La forma más realista de retratarlo era con esos dos colores básicos, sólo entreverados por una gran gama de grises. También había fiestas en los pueblos y bares animados... pero en blanco y negro.

Uno de los maestros de la imagen que mejor reflejaron esa realidad dura y tan sobria que rascaba la vista es Carlos Saura, cuya mirada cinematográfica marcó una época en este país. Más de cuarenta películas en su haber, y uno de los autores más reconocidos internacionalmente, lógicamente no muy bien mirado por el régimen franquista, cuya propaganda hablaba de una España de luceros e imperios. Los ojos limpios, sin embargo, no podían evitar ver lo que había. Y Saura, aparte de director de cine que al final de la década había dado un primer aldabonazo realista con Los golfos y consolidó su visión con la gran obra La caza pocos años después, ha sido desde siempre un gran aficionado a la fotografía. Y desde luego, con esa misma mirada.

Y precisamente ahora, La Fábrica y el Círculo del Arte publican España años 50, un recorrido fotográfico por ese territorio maltratado y esa época. Carlos Saura (Huesca, 1932) se considera a él mismo en el prólogo del libro, un "fotógrafo ocasional, que, demasiado tímido para ser un reportero a la caza de las noticias de última hora y sin la paciencia del pescador para ser un paisajista a la manera de Weston o de Ansel Adams, se ha limitado a pasear con una cámara y a recoger imágenes que me llamaban la atención". De formación autodidacta, Saura inició su carrera profesional tanto el mundo de la fotografía como el cine, aunque este centró su trayectoria profesional. Lo que no impidió, y eso lo evidencia esta obra, que fotografiara todo aquello que ve y que le llama la atención.

España años 50 es un libro que reaviva el recuerdo y sirve de archivo de la memoria a través de la fotografía. Y es que, como explica el propio autor, la fotografía es la mejor manera de conseguirlo, "basta con mirar atentamente una fotografía del pasado para que inmediatamente aparezca una parte de la historia que todos llevamos dentro".