Los tiempos de la administración

El colapso de la Comisión Provincial de Patrimonio ralentiza Cádiz

Edificio protegido en entorno BIC, junto a la Catedral de Cádiz

Edificio protegido en entorno BIC, junto a la Catedral de Cádiz / Ramón Núñez

La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico está colapsada. El organismo que filtra y aprueba todas las obras de que de alguna manera repercuten en el intenso patrimonio de este bello rincón no da a bastos y la ciudad se está ralentizando.

El motivo principal es “la falta de personal” en la Delegación de Cultura de la Junta en Cádiz, aseguran todos los profesionales afectados como son arquitectos, arqueólogos, constructores y promotores, que sufren la situación de una administración que hace tiempo perdió el pulso en este terreno, nada menos que el de la construcción, con todo lo malo que esto conlleva, que no es poca cosa. Viviendas que tardan demasiado en ver moldearse, proyectos de emprendedores a la espera de ver la luz, facturas que no se cobran y promotores o profesionales que tienden a huir.

Desde Cultura, su delegado Jorge Vázquez, se confiesa conocedor del problema por partida doble, “pues soy aparejador, ya conocía la situación”, afirma, “así que mi objetivo es dejar al día la Comisión Provincial de Patrimonio con varias medidas que ya estamos poniendo en marcha”.

Y es que todos los agentes afectados se echan a temblar cuando la finca o el solar en el que van a trabajar está en zona de servidumbre arqueológica, con alto grado de protección o simplemente se encuentra en entorno BIC. Es decir, casi todo el centro Cádiz y parte de Extramuros. Y ni siquiera depende de la magnitud del proyecto, no se trata de grandes hallazgos del pasado que lógicamente trastoquen cualquier actuación del presente y futuro, sino de que la montaña de papeles es tal, que el visto bueno para realizar un simple foso de ascensor, la modificación de un escaparate o cualquier intervención menor puede tardar, con suerte, seis meses, aunque son muchos los expedientes que suman el año de atraso o más.

Es la pesadilla de una ciudad de por sí azotada en su economía, por la falta de empleo, el castigado comercio y con una problemática endémica de vivienda. Y esta es la experiencia de quienes lo sufren y la solución que propone Delegación de Cultura.

Falta de personal

La falta de personal es el principal problema. Este y la ausencia de comunicación con el personal técnico de la Delegación Provincial de Cultura, que viene a ser por lo mismo. “Echamos en falta tener una relación con los técnicos de Delegación de Cultura como ocurre con los del Ayuntamiento de Cádiz, que nos dan norte en ciertos aspectos y así se agilizan las cosas. Pierden menos tiempo ellos y nosotros”, afirman los arquitectos de un estudio gaditano, conscientes de que el problema es básicamente la ausencia de personal. “Ahora en Cultura no te atiende nadie, no te cogen ni el teléfono, y si vas allí y no tienes cita previa, te invitan a irte”. Y esto ha cambiado de hace tres o cuatro años para acá, “antes sí que lo hacían y eso agilizaba. Debería haber un día o unas horas de atención al público porque la normativa es interpretable y lo mismo cuando el proyecto entra en Comisión Provincial de Cultura lo paralizan por una tontería que se podía haber resuelto en una visita rápida, y ahora vuelve a empezar”, dicen.

Jorge Vázquez reconoce que esto sucede tal cual, “y de hecho vamos a intentar implantar un sistema de cita previa digital, pues antes de la pandemia es cierto que había esta comunicación directa con los técnicos, pero están tan saturados que ahora no existe”.

Y no solo es que no haya relación con los técnicos que tienen que atender a toda la provincia y son “demasiado pocos”, sino que tampoco existe entre Cultura y Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz, lo cual complica aún más este panorama.

Es más, actualmente no hay designado representante de la Junta en la Comisión Municipal de Patrimonio. Así, los técnicos municipales afirman que la media de tiempo de espera que los proyectos municipales aguardan a pasar por Comisión va de los 7 a 8 meses, “y aunque los datos varían según los proyectos, los interesados que vienen a quejarse hablan de una media de 6 a 8 meses de media”.

Vázquez puntualiza que no se debe tanto a la falta de personal como al procedimiento, “al sistema de trabajo, pues cuesta cambiar la dinámica de los técnicos que llevan mucho tiempo haciéndolo de otra manera”. De hecho, cuando llegó a la Delegación de Cultura se encontró que una vez registrado un proyecto tardaba semanas en subir, “y establecí una especie de triaje para categorizarlos, pues no es lo mismo un baño en Vejer que un BIC. Evidentemente, respetando la ficha de incoación del procedimiento”. Con todo, añade que en cuanto a personal “se ha reforzado con administrativos y están pendiente de que entre algún técnico tras el proceso de estabilización de plazas”.

Falta de medios

Ahora que se está implantando el registro telemático, una de las cuestiones que ponen sobre la mesa desde el colectivo de Arquitectos es que en Cultura les solicitan a los colegiados que entreguen los planos en vertical porque el programa que tienen le cortan los planos horizontales y no permite la lectura. Por lo que ni siquiera disponen de programas acorde a las necesidades técnicas.

Desde Cultura indican que en este apartado se está intentando digitalizar los expedientes, “que están desde parte de 2021, y todo 2022 y 2023”.

Ante tanta desesperación, el Colegio de Arquitectos de Cádiz diseñó una herramienta en colaboración con la propia Delegación que lleva poco tiempo implantada y con la que pretenden facilitarles el trabajo. Se trata de desarrollar una ficha que pueda acompañar a todo proyecto que entre en Cultura y que facilite tanto el trabajo del arquitecto y la documentación que tiene que presentar, como al arquitecto que revisa el informe de la Comisión, explicaba a este medio la decana de Arquitectos, Isabel Suraña, ante las quejas de sus colegiados. “Aún estamos en una fase muy previa como para hacer balance, hasta el momento se han rellenado seis fichas y la han tanteado más de 30 arquitectos”.

Es decir, ayudar a la administración, “con la que hay buena sintonía y se ha mostrado muy receptiva”, mientras que esta no pone remedio eficaz.

Otra fórmula para paliar este problema ha sido la figura de la ‘declaración responsable’ que solo se puede aplicar en ciertos casos, pero sigue sin ser la solución. “Al final tardan otros tres meses, pues la entrega del libro diario en el caso de los arqueólogos para que lo firme inspección está colapsado”, explica Ernesto Toboso, presidente de ASPHA (Asociación Profesional del Patrimonio Histórico)”, de la que forman parte buena parte de lo profesionales de la arqueología gaditana.

Afirma que los promotores sufren el retraso durante meses de las obras por la falta de una firma; ellos no empiezan la obra “y nosotros no podemos trabajar, y si le sumas que por ley no nos permiten dirigir más de un proyecto de forma simultánea, pues la situación se está volviendo cada vez más insostenible”, añade Toboso. Tanto, que son muchos los compañeros que han desistido en esta tierra y están acudiendo a Extremadura “a trabajar en plantas fotovoltaicas”. Si bien, apunta, “tengo que decir que este problema es genérico en Cádiz y su provincia y en todas las provincias andaluzas”.La cuestión es que ya se han realizado oposiciones de estabilización para cubrir algunos de estos puestos que se antojan urgentes, pero no se han asignado aún estas plazas.

Más trabajo

El representante de ASPHA asegura que otro de los motivos de tanta lentitud es el incremento de trabajo y proyectos. “Son muy pocos técnicos y mucho trabajo, y se ha agravado todo con las renovables, los aumentos de proyectos han sido exponenciales y la administración no ha sabido incorporar personal, y lo que es peor, no tiene visos de aumentar”. Otro problema, asevera Ernesto Toboso, “es que a veces se contrata a gente sin experiencia y no puede ser que un inspector tenga menos curriculum que el arqueólogo que está en la calle”. Con todo, desde la asociación, asegura, “tenemos buena relación con la Delegación, intentamos ayudar en la medida de lo posible”.

Aumento de trabajo, añade Jorge Vázquez, que se complica con proyectos de administraciones “con fondos europeos, que tenemos que adelantar para no perderlos, y esto también impide el normal desarrollo de la administración. Por ejemplo, la Edusi acaba este año”.

También habla de la situación Jorge Fernández Portillo, secretario general de la FAEC (Federación Agrupaciones de Empresarios de la Construcción de Cádiz). “Llevamos muchos años sufriendo el embudo en la Delegación de Cultura como consecuencia fundamentalmente de la falta de medios y, a pesar de la buena voluntad de los responsables de Delegación, es un hecho real que el retraso afecta a importantes proyectos de la ciudad de Cádiz”. A pesar de esto, añade, “la relación es fluida y somos conscientes de que conocen el problema y de que están trabajando en solucionarlo”. Así que desde la Federación proponemos que entre todos ayudemos a solucionar el problema, “que no es de ahora, sino de hace mucho tiempo”. Una buena comunicación que corrobora el propio delegado, “pues hay un buen entendimiento con los representantes de los colegios profesionales, de los que recibimos apoyo y comprensión”. Ya solo queda encauzar estas buenas intenciones y resolver para que Cádiz avance. 

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