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Salud

La clínica de San Rafael de Cádiz abre sus puertas al yoga

  • La dirección del centro hospitalario gaditano ha habilitado y abierto al público una de sus salas para esta saludable práctica

Lourdes Botello, con algunos de sus alumnos, en la nueva sala de yoga abierta en San Rafael

Lourdes Botello, con algunos de sus alumnos, en la nueva sala de yoga abierta en San Rafael / Jesús Marín (Cádiz)

Mientras la Junta de Andalucía se piensa si, con la que está cayendo con la crisis del Covid y el colapso hospitalario, es necesario o no concertar hospitales privados como San Rafael, la dirección de esta clínica gaditana ha decidido dar otro paso más para abrir sus puertas a los gaditanos.

Allí, en San Rafael, no sólo se recibe a los usuarios que requieren cuidados y atención médica que llegan de la mano de las compañías aseguradoras sino que desde hace ya casi tres años, el propietario de San Rafael, José Manuel Pascual, dio el paso de abrir sus urgencias a todos los gaditanos de manera gratuita, incluyendo a los usuarios de la Seguridad Social.

Desde ese febrero de 2018 han sido ya miles los gaditanos, sobre todo habitantes del casco histórico de la ciudad, que se han encontrado con esas puertas abiertas para cualquier urgencia, pudiendo así evitar el paso por los hospitales públicos, sobre todo en los últimos meses, para evitar colapsos que puedan favorecer el contagio del covid.

Y ahora, José Manuel Pascual ha dado otro paso más en este proceso de su apertura a la ciudadanía habilitando una de las salas de la planta baja de su hospital para impartir clases o sesiones de yoga, una práctica que, según sus usuarios refuerza el sistema inmunológico y el equilibrio del sistema nerivioso, además de enseñar a respirar correctamente, aumentar la flexibilidad o mejorar el equilibrio, entre otros muchos beneficios. Todo esto lleva a la conclusión de que puede no ser mala idea que muchos hospitales presten, al igual que lo ha hecho San Rafael, espacio y tiempo para este tipo de terapias.

De hecho, ya muchos médicos recomiendan la práctica del yoga, según afirma Lourdes Botello, la monitora que estará al frente de este centro de yoga, bautizado como Freedom Yoga Studio, que, desde hace ya unos días, ocupa una de las salas de la clínica de San Rafael.

Lourdes Botella, en plena concentración, durante una de las sesiones de yoga Lourdes Botella, en plena concentración, durante una de las sesiones de yoga

Lourdes Botella, en plena concentración, durante una de las sesiones de yoga / Jesús Marín (Cádiz)

Según Botello muchas personas terminan tomando contacto con el yoga sin ni siquiera saber lo que es, "sino que lo único que saben es que su médico les ha dicho que les vendría bien prácticar yoga".

Están ya más que probados sus beneficios para la salud y afirma Lourdes Botello que tiene alumnos y alumnas, sobre todo de edades comprendidas entre los 30 y los 45 años, que acuden a ella "sobre todo con dolencias de espalda, lumbalgias, o por haber tenido problemas con hernias discales, sin olvidar los problemas de cuello o de rodillas, que son tan comunes entre la ciudadanía".

En relación con el Covid, la monitora de esta sala de yoga afirma que el momento nos está llevando a una situación de estrés extrema. "Parece que estamos continuamente en una carrera de caballos sin llegar a ninguna parte y poco a poco nos vamos dando cuenta de los beneficios de lo que ahora se llama el slow life style. Buscamos un poco la calma a la hora de dormir, a la hora de comer.... a todas horas".

Lourdes Botello es extremeña pero lleva ya afincada en Cádiz 16 años. Estudió Ciencias del Mar y Ciencias Ambientales y realizó todo tipo de trabajos que intentaba compaginar conla práctica de la danza contemporánea y clásica, "hasta que descubrí el yoga". A partir de ahí decidió formarse en la Escuela Internacional de Yoga como instructora, a la vez que se especializaba en ciertos estilos que ahora pone en práctica tanto en sus clases particulares a domicilio como en las que imparte en la clínica de San Rafael de Cádiz.

Según cuenta Lourdes Botello, tanto la danza como el yoga ayudan ambas a desarrollar la percepción de tu propio cuerpo, "conocer tu cuerpo y sus necesidades", así como "conectar un poco con uno mismo sin marcarse ningún objetvo, dedicarse tiempo y disfrutar de un camino que aparentemente no lleva a nada. Es llegar a un estado de calma".

El yoga aporta salud y conocimiento sobre nuestro cuerpo El yoga aporta salud y conocimiento sobre nuestro cuerpo

El yoga aporta salud y conocimiento sobre nuestro cuerpo / Jesús Marín (Cádiz)

Sus pacientes no tienen por qué haber tenido antes relación con el yoga. “Muchos acuden sin apenas elasticidad, a lo mejor con un problemas de rodilla que les hace tener miedo a emprender esta práctica, pero luego se dan cuenta de que, a través de esta práctica detectan nuevas capacidades mentales a nivel psíquico para relajarse, y llegar a esa ansiada calma”.

¿Pero realmente el yoga ayuda a la vida diaria? Lourdes Botello considera que sí, que intentan que todo lo que se va ganando encima de la esterilla se pueda llevar luego al día a día. De hecho, esta instructora cree que "de alguna manera estoy entrenándome para la vida diaria. Me pongo mis propias metas y unos límites, al principios cortitos, que voy superando poco a poco. Y la vida no es más que eso. Uno va encontrando barreras que hay que ir apartando con paciencia, calma, confianza, humildad, haciendo las cosas con un poco de cariño y con conciencia de su trascendencia".

"El yoga sana a quien quiere sanar. El alumno tiene que estar predispuesto. No hay magia"

La angustia y el estrés nos ronda por naturaleza con la llegada de la pandemia, con toda la crisis tanto sanitaria como económica y con las decenas de incertidumbres sobre nuestro futuro. Ahí, el yoga, según Botello, aporta también su granito de arena, dada la importancia que supone "aprender a respirar y a controlar nuestras angustias. La gente tiene problemas de ansiedad y los niveles de estrés nos superan y no somos, a veces, capaces de lidiar con ello". De hecho, no sólo los médicos sino que los propios psicólogos recomiendan ya la práctica del yoga.

Pero Lourdes prefiere que tengamos claro que "el yoga sana a quien quiere sanar. El alumno tiene que estar predispuesto. No hay magia. Hay disciplina, esfuerzo y cariño".

En cuanto al perfil, entre ese público de entre que le llega hasta su sala de la clínica de San Rafael siguen, por desgracia para Lourdes Botella, predominando las mujeres. "Hay quien no sabe bien lo que es el yoga y cuando la gente joven se acerca a esta práctica les engancha".

Ella considera que el yoga no tiene edad y lo mismo tiene a gente muy joven entre su alumnado que a gente mayor, que incluso le llegan en sillitas de ruedas con problemas de movilidad.

¿Y puede el yoga ayudarnos a luchar contra el Covid? Lourdes Botello cree que sí. No evita los contagios, "pero considero que las personas con salud fuerte, con mente fuerte y con cuerpo fuerte son más capaces de rehuir no sólo de esta enferdad sino de otras muchas más". Afirma que el yoga "a lo mejor no cura pero sí ayuda a mantener el cuerpo y la mente sana para enfrentarte a cualquier problema que te llegue o bien a ti o bien a gente de tu entorno". De todas maneras considera cierto que el Covid está afectando seriamente a la respiración y al sistema pulmonar, de forma que "si la enfermedad te llega y te coge con los pulmones fuertes, siempre será más fácil salir victorioso de esta batalla contra el virus".

Lourdes Botello aprovecha para valorar la idea de la Gerencia del hospital de San Rafael de abrir sus puertas a esta práctica y a esta iniciativa. "Lo veo algo realmente puntero y creo que el resto de hospitales deberían tomarlo como ejemplo. Abrir las puertas no sólo a la ciudanía sino abrir la medicina occidental a otros métodos de sanación". 

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