Cádiz entra en situación de riesgo al no poder parar la pérdida de habitantes

La ciudad se acerca al límite de los 100.000 vecinos: si los pierde se quedará sin un elevado porcentaje del dinero que le da el Estado, esencial para mantener buena parte de los proyectos municipales

Padrón de habitantes: Cádiz sigue su imparable caída

Aulas vacías en un colegio de la ciudad. / Lourdes de Vicente

En 1957, en Cádiz, aún no se había construido la barriada de La Paz y en la Zona Franca se seguía rellenando terreno para su puesta en marcha. El muelle pesquero comenzaba a vivir su última época dorada mientras que el astillero, la fábrica de tabacos y Construcciones Aeronáuticas proveían de empleo a miles de familias gaditanas.

En 1957 la urbanización de Puerta Tierra estaba por terminar, como el primitivo paseo marítimo. Eso sí, ya se había levantado el nuevo estadio mientras se luchaba con Madrid para construir un puente que cruzase la Bahía.

En 1957, el casco antiguo estaba arrrasado por la infravivienda. Miles de familias vivían en una situación degradante, mientras se proponía el derribo de todo un barrio, el de Santa María, para evitar la mala imagen en la entrada de la ciudad a través de los nuevos arcos del frente de Puerta de Tierra.

Todo ello ha cambiado de una forma radical si nos fijamos en el Cádiz de 2025. Comparándonos con la ciudad de 1957 solo hay una cuestión en común: el número de habitantes de la ciudad.

Hace cerca de 70 años estaban censadas en Cádiz 109.300 personas. Hoy, están empadronadas 109.950.

La cifra alerta, porque supone ya casi 50.000 vecinos menos de los que vivían en la capital a mediados de la pasada década de los 90, cuando se llegó al récord histórico de población: 157.000

El fracaso de todos los gobiernos municipales

Tres gobiernos de tres ideologías diferentes, el PSOE, el PP y la coalición de izquierdas han buscado soluciones a esta pérdida de población. El descenso de cerca de un millar más de habitantes, en el último año, confirman que el problema ni se ha solucionado ni hay expectativas a corto plazo para que se solucione.

Y, seguramente, a medio y largo plazo. Todo por una cuestión sencilla imposible de solucionar: Cádiz pierde población porque no tiene suelo donde construir viviendas ni donde generar un nuevo tejido productivo más allá del sector servicios. Y el suelo que necesita no se puede crear por arte de magia.

En cuanto a la vivienda, el déficit actual, entre quienes están en el registro municipal y entre quienes buscan un piso mejor que el que ya tienen para no irse de la ciudad y los que quieren retornar o vivir en Cádiz, puede rondar las 10.000 unidades. Cifra que va aumentando año tras año.

Por lo pronto, en Cádiz no queda hueco para estas 10.000 vivienda, ni exprimiendo solares y los escasos terrenos que quedan libres.

En este debate entra de lleno la obligada remodelación del polígono exterior de la Zona Franca, el único espacio donde se pueden edificar varios cientos de viviendas más.

Si la vivienda es esencial para aguantar a la población y evitar que se sigan perdiendo vecinos, el ritmo de construcción o rehabilitación no parece el adecuado. Aunque se han activado algunos proyectos públicos estos no pasan del centenar de pisos. Mientras siguen en el aire operaciones en manos de la Junta y el Ayuntamiento (que destina más de 20 millones de euros para estas obras) que no acaban de activarse.

La ciudad, de esta forma, retrasa en varios años la entrega de más viviendas, mientras que las promociones privadas comienzan a agotar el escaso suelo que tienen, reclamando más espacio donde construir (léase el suelo del polígono exterior).

Este ritmo tan lento puede poner a la ciudad en peligro. Y no es un mensaje alarmista.

El riesgo de bajar de los cien mil habitantes

Si se mantiene la tendencia de perder 1.000 habitantes al año, Cádiz podría estar ya por debajo de los 100.000 vecinos en el plazo de una década. Y si se baja de los seis dígitos, la ciudad perderá una buena parte de la aportación que recibe del Estado, que puede rondar los 40 millones de euros anuales, lo que supondrá un mazazo al presupuesto anual de la Corporación, que haría inviable financiar muchos de los programas municipales o reduciría fondos para actuaciones esenciales como los servicios sociales o los relacionados con la misma vivienda.

Se entra así en una situación de riesgo que obliga a adoptar medidas urgentes: agilizar todo lo relacionado con la vivienda y negociar con el Estado una prórroga a las ayudas estatales si se baja de los 100.000 vecinos, atendiendo a la peculiaridad territorial de Cádiz.

Ya durante el gobierno de Teófila Martínez y estando en Madrid como vicepresidente Rodrigo Rato, se logró un régimen especial, con una aportación anual de 800 millones de pesetas, que se mantiene hoy y que da cierto desahogo a la hacienda local.

El alcalde, Bruno García, reconoce la importancia de este problema, en declaraciones a este diario, aunque no aporta ningún análisis novedoso respecto a la necesidad de agilizar soluciones.

“El descenso de la población que se viene produciendo desde hace décadas es algo que nos preocupa como equipo de Gobierno y también nos ocupa. Como he dicho cada vez que se me pregunta, no hay una varita mágica que sirva como solución única para este tema”, afirma el alcalde.

Sí indica que “estamos es tratando de actuar en varios frentes y hay dos que consideramos que son fundamentales, la vivienda y el empleo”.

“En Cádiz tenemos un problema estructural que es la falta de suelo pero a pesar de ello estamos haciendo todo lo posible para favorecer el que haya más vivienda a disposición de los gaditanos y las gaditanas”.

“Así, además de las nuevas promociones que estamos poniendo en marcha y que deben venir complementadas con las de otras administraciones, hemos puesto medidas para blindar el suelo residencial, hemos eliminado la posibilidad de implantación de nuevas viviendas turísticas y hemos favorecido la compatibilidad del uso residencial en los edificios terciarios”.

Si menciona el alcalde que en el próximo pleno “también nos vamos a acoger a uno de los artículos del decreto de la Junta que permite el uso de viviendas en suelo dotaciones público, lo que va a permitir que en un espacio corto de tiempo podamos disponer de otras 85 viviendas”.

En cuanto a la otra pata del problema, la búsqueda de trabajo dentro de la misma ciudad, afirma que “vamos a poner en marcha un ambicioso programa de formación que está orientado a lo que se demanda en el mercado laboral y hace unos días también anunciamos medidas para favorecer la empleabilidad entra las mujeres de la ciudad”.

“Todo ello viene con un trabajo intenso en realizar inversiones en la ciudad que vengan a generar progreso”.

“Podemos decir que casi todas las medidas que estamos poniendo en marcha van dirigidas a tener una mejor ciudad que favorezca que los gaditanos y las gaditanas puedan tener su proyecto de vida en Cádiz”, destaca el primer edil.

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