Vemos que muchos lo hacen y alabamos que enarbolen una bandera de la solidaridad que nunca hemos tenido entre nuestras manos. Siempre queda mucho por hacer. Y ahora más, que la pandemia está dejando atrás tantas víctimas tanto materiales como humanas.

Pero los trabajadores de la clínica de San Rafael de Cádiz han dado ese paso. Han dejado jeringuillas, sus goteros, sus camillas y sus avíos de la limpieza a un lado por unos instantes para dedicarle un instante a los que ahora necesitan más de los demás.

Pepi Ruiz, enfermera de San Rafael, tuvo el arranque pero en seguida fueron muchos compañeros y compañeras, "desde el personal de la limpieza hasta los médicos especialistas", según destaca esta sanitaria que dice haber quedado sorprendida con la rápida respuesta ante esta llamada.

Han sido pocos días pero han dado mucho de sí. El resumen ha sido entre 1.700 y 2.000 euros destinados ya a productos para bebés, entre pañales, potitos, leches, biberores, etcétera, y otros 400 euros que han preferido destinar a productos navideños ya que "en esta fecha todo es necesario y en cualquier familia nunca viene mal ese tipo de aportaciones".

Pepi Ruiz reconoce que ha sido duro ponerse en contacto con esta realidad que se ha visto agravada por la pandemia del coronavirus. Los sanitarios, tanto de la pública como de la privada, están acostumbrados a pocas alegrías, pero esta enfermera de San Rafael reconoce que se han sentido muy motivadas al ver la respuesta obtenida por parte de todos sus compañeros del hospital.

La propia empresa participa a modo particular con esta asociación Ayudanos a ayudar  a través de la Fundación Pascual, con una aportación semanal que vienen llevando a cabo desde el inicio de la pandemia y que no ha cesado desde entonces a la vista de que los ertes, eres y recortes han dejado a muchos gaditanos con necesidades.

Desde Ayúdanos a ayudar se han comprometido con los trabajadores de San Rafael a enviarles un listado de las personas a las que llegarán los productos  recogidos y adquiridos para que "nos quedemos tranquilos de que han ido a parar a buenas manos", según destaca Pepi Ruiz.

El presidente del citado colectivo, José Gaviño, destaca que aún le sorprende la rápida respuesta de las personas ante situaciones de gran vulnerabilidad. Desde su asociación, Gaviño afirma que atienen a un total de 3.900 personas, entre los que se encuentran unos 39 bebés, que se corresponden con  unas 600 familias, todas ellas pertenecientes al barrio de Astilleros.

"Cierto es que antes la situación no era tan urgente como ahora, pero hemos detectado que muchas familias que antes entraban dentro del perfil de clase media se han convertido en meses en familias vulnerables que necesitan para comer". Gaviño insiste en que si aún hay gente que piensa que "la gente pide por pedir, están muy equivocados y eso lo observamos desde la asociación".

Ayudanos a Ayudar lleva ya diez años en este ring pero al principio estaban, sobre todo, volcados con el tema de los juguetes para los pequeños del barrio, pero desde hace cuatro años han tenido un giro de 180 grados a sus objetivos al tener que buscar recursos y alimentos para tantísimas familias necesitadas del barrios.

Este colectivo recibe aportaciones por parte del Banco de Alimentos pero siempre intentan recaudar con voluntarios  propios ya que "la situación es grave. Hemos visto como en poco tiempo se ha triplicado el número de usuarios que vienen a pedirnos ayuda.

En cuanto a la iniciativa de los trabajadores de San Rafael, José Gaviño destaca la rapidez y la capacidad de reacción que han demostrado. A esto se le suma la aportación de comida que semanalmente  lleva a cabo la Fundación Pascual con centenares de bandejas con comida precocinada y perfectamente conservada que van a parar a todas las familias de esta zona de la ciudad.