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Cádiz

"Sacar de Cádiz la Escuela de Hostelería supone una pérdida de identidad"

  • Miguel Sancha, director del centro, reconoce que la opinión "generalizada, por no decir unánime, del profesorado, es que no se traslade fuera de la ciudad" · "Desconocíamos los informes negativos", dice

El traslado de la Escuela de Hostelería Fernando Quiñones al Hotel Fuentemar de Chiclana se ha fijado para los primeros días de la próxima semana. Después de toda la polémica surgida por la clausura de varias dependencias claves en su funcionamiento, del descubrimiento de que existen varios informes técnico-sanitarios negativos desde el año 2010 y por la propia salida del centro de la ciudad, se imponía hablar con el equipo directivo del mismo, encabezado por su director, Miguel Sancha. Después de varios días intentándolo, este medio consiguió ayer hablar con Sancha, quien, pese a su reticencia inicial, reconoció que el profesorado opina de forma generalizada que habría que intentar mantener la Escuela de Hostelería Fernando Quiñones en Cádiz. "Para nosotros la solución más factible es que se quede en la ciudad. Es la opinión generalizada, por no decir unánime, aunque no he encontrado ninguna postura diferente entre los profesores". Sancha piensa como muchos gaditanos, que una vez que se marche a Chiclana "será luego más complicado volver aquí" y advierte que este traslado supone "una pérdida de identidad".

Otra de las cuestiones que Miguel Sancha sí quiso dejar clara es que en ningún momento tuvieron conocimiento de los informes negativos que obraban en poder de Diputación desde 2010 y que fue el equipo directivo el primero en actuar y en cerrar todas las dependencias que se encuentran en el viejo Valcárcel, no sólo las cocinas. "De hecho lo que se han cerrado son los talleres prácticos, que afectan a cocinas, servicios, comedor, taller de alojamiento, taquillas de los alumnos, vestuarios, bodega y almacén de sala", decía.

Recuerda el director de la Escuela que una vez que mantuvieron la primera toma de contacto con el arquitecto de Zaragoza Urbana, el viernes 9 de noviembre, "y oimos sus comentarios, decidimos comunicarlo a Diputación, algo que hicemos el lunes 12 a las ocho de la mañana. Diputación reaccinó con gran celeridad y a las doce de la mañana nos mandó a sus arquitectos. Nosotros, simplemente con verles las caras y oir sus explicaciones, fuimos los que decidimos cerrar las dependencias, sin esperar siquiera al informe técnico por escrito, que al llegar confirmó nuestros temores. Pero que quede claro que es el equipo directivo quien tomó esa medida para garantizar la seguridad de los alumnos en todo momento".

El pasado viernes hubo una reunión en la Escuela entre el profesorado y los diputados de Bienestar Social y Educación, Antonio García y David Gil, respectivamente, en la que se acordó que de forma inmediata se iba a comenzar a inventariar todo lo necesario para el traslado a Chiclana "y se dijo que en tres días hábiles se podría completar, aunque nosotros entendemos que es algo más complejo y que nos llevará más tiempo".

Sancha explicó que están haciendo todo lo que está en su mano para "estar dispuestos a marcharnos en cuanto que nos lo digan, siempre considerando que Cádiz es la primera opción".

El director ha pedido a los tutores que confeccionen una ficha de cada alumno que recoja su situación personal para estudiar cómo le afecta este traslado. "Vamos a ver cómo cuadramos los horarios para que, por ejemplo, chavales que son de Jerez o de la Sierra puedan adaptar sus clases al transporte, o alumnos que trabajan a una hora determinada y que ahora al tener que ir hasta Chiclana pues puede afectarle".

Por otra parte, Miguel Sancha sí quiso "recomendar" a los alumnos "que no pierdan más clases" al margen de que continúen con las reivindicaciones, puesto que la primera evaluación está prácticamente ahí, el 17 de diciembre.

Para realizar el inventariado se encuentran con un problema añadido. Y es que esta semana el Ayuntamiento ha precintado la zona del edificio al que no se puede acceder, "con lo cual, cada vez que necesitamos coger algo de allí tenemos que solicitarlo a Urbanismo, que manda a sus técnicos para desprecintarlo. Todo esto ralentiza muchísimo el proceso".

Así pues, parece claro que la opción de trasladar la Escuela de Hostelería a Chiclana sólo convence a los que lo han decidido, porque ni el resto de partidos políticos, ni los alumnos, ni los profesores, ni los gestores de la escuela apoyan una medida que no se entiende bien teniendo en cuenta la cantidad de edificios sin uso que hay en la ciudad.

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