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Retraso en la licitación

‘Problemas técnicos’ municipales dejan al verano de Cádiz sin quioscos de helados

  • El pliego no saldrá hasta mediados de agosto, de forma que no se adjudicarían hasta septiembre, cuando la temporada va de abril a primero de noviembre

  • Uno de los dos únicos autónomos que los regentan no ve ya viable abrir tan tarde

  • El Ayuntamiento saca a licitación 10 quioscos de helados 

Un quiosco de helados en la Alameda, en una imagen de archivo.

Un quiosco de helados en la Alameda, en una imagen de archivo. / D. C.

Cádiz se queda este verano sin quioscos de helados. A ocho de agosto, en plena temporada alta de playa, en medio de la tercera ola de calor y con los arenales repletos de vecinos y turistas, el Ayuntamiento aún no ha sacado el pliego para la licitación de la adjudicación de licencias demaniales de ocupación de espacios públicos con estos tradicionales establecimientos desmontables. Lo hará previsiblemente antes del próximo día 15 de agosto, fecha tras la que se abre un plazo de diez días para la presentación de ofertas, de manera que no podrán adjudicarse hasta primeros de septiembre, según informó una fuente municipal a pregunta de este periódico.

Desde el Consistorio alegan “problemas técnicos”, si bien no precisan cuáles son. “El nuevo pliego sobre los quioscos de helados debería de haber estado listo antes del pasado mes de abril”, explican desde el Ayuntamiento. En esta ocasión tiene una vigencia de cuatro años y salen a licitación un total de 29 licencias, añaden. “El pliego se elaboró por parte del anterior equipo de Gobierno pero hasta el mes de julio (tan solo unos días después de que entrara el nuevo gobierno), por diversos problemas, no se pudo aprobar”, argumenta la misma fuente municipal.

“Ahora hay que publicarlo en el Portal de Contratación, que se hará probablemente antes del 15 de agosto. Una vez publicado, los solicitantes tienen diez días para presentar ofertas. Así que se espera que a primeros de septiembre puedan adjudicarse. Los quioscos normalmente están abiertos desde abril hasta noviembre”, concluyen desde el Ayuntamiento.

En estas condiciones, los dos únicos autónomos o empresarios que suelen pujar por una mínima parte de los quioscos que salen a licitación cada cuatro años (7 de 37) es más que previsible que no lo hagan en esta ocasión, según aseguró a este periódico uno de ellos, Rafael Moreno García. “Yo suelo abrir en mayo, todavía en temporada escolar, y me mantengo hasta el Puente del Pilar, pero en septiembre ya solo suelo abrir los fines de semana”, explica este autónomo empleador que regenta tres quioscos desde hace doce años de manera ininterrumpida. Además, lo hace con un fin social, que es la formación y la inserción laboral de jóvenes atendidos por la Asociación Alendoy, con la colaboración de Frigo, marca que comercializa. Rafael ha llegado a tener hasta a doce chavales contratados. Asegura que lleva preguntando en el Ayuntamiento por la licitación cada quince días desde diciembre del año pasado.

Pero ¿por qué si cada cuatro años salen a licitación 37 quioscos, 30 siempre quedan desiertos? “Porque la normativa municipal para este tipo de concesiones data de los años 80 y nadie desde entonces en el Ayuntamiento se ha interesado actualizarla”, explica Rafael Moreno, que mantiene desde hace años una permanente batalla por que esto se haga.

“Muchos de esos 37 quioscos cuya ubicación sale a licitación cada cuatro años lo hacen en calles que ya no existen o cuyo nombre no se ha actualizado. Otros están emplazados en lugares donde no es posible el suministro eléctrico. Yo he llegado a pagar unas tasas de 750 euros por un quiosco que no he podido montar porque no había posibilidad de enganche eléctrico y nunca recuperé lo que pagué. Luego, se proponen ubicaciones que no son rentables porque están obsoletas y no se corresponden con los tránsitos y flujos de personas actuales”, aclara este autónomo empleador. “Es más, tampoco se contempla una toma de agua, tal y como exige la normativa sanitaria; se impide que se vendan otros productos, además de helados, como golosinas o refrescos, que harían rentables estos quioscos y se establece el canon a partir del valor catastral de la zona, lo que hace algunas inaccesibles”, añade.

Rafael Moreno ha plasmado todo esto en un completo informe que ha entregado en el Ayuntamiento. “Pero hasta ahora no he conseguido nada, siempre con la excusa de problemas de carácter técnico, de las elecciones, del cambio de Gobierno municipal...”. Lo único que ha logrado por el momento es que en marzo de 2022 se sacasen a licitación diez quioscos adicionales a los 37 que suelen salir, pero solo para una temporada, hasta el 31 de octubre del año pasado. Nada más que se adjudicaron dos porque la mayoría de los aspirantes no pudieron afrontar la inversión que requería montar los quioscos. Uno lo montó Rafael Moreno y otro , un colega al que le prestó uno de los seis que dispone.

Un expediente anclado en los 80 que deja desiertos 30 de 37 puestos, algunos sin suministro eléctrico

En febrero de 2020, Rafael Moreno García, adjudicatario de dos quioscos de helados en el entorno de La Caleta, presentó ante el Ayuntamiento de Cádiz un completo informe en el que trasladaba lo obsoleto del pliego de adjudicación, solicitaba que se actualizase y proponía cambios de emplazamientos, adjuntando planos concretos.

“Después de que que en la última apertura de plicas quedasen desiertos 30 de los 37 totales de la oferta de quioscos, opino que el motivo de tal anomalía es que el pliego de condiciones económico administrativas del expediente número 2018/000116 está obsoleto”, argumenta en su escrito.

El pliego de condiciones tiene su origen en los años 80 del siglo pasado sin haber sufrido el más mínimo cambio, solo en el importe del tipo de salida de cada quiosco. En estos últimos 30 años la ciudad ha sufrido muchos cambios, tanto en su fisionomía urbanística como en sus hábitos de consumo. La ciudad se ha modernizado y se han generado nuevos espacios, barrios nuevos (Astilleros), soterramiento de la vía del tren (Avda. Juan Carlos I), nuevas plazas y parques así como la peatonalización del centro histórico e incluso la un nuevo y cómodo paseo marítimo y el entramado del carril bici. Todos estos cambios no han sido tenidos en cuenta en el pliego de condiciones, conservando quioscos aún nomenclatura de vías urbanas o referencias a comercios y elementos que han desaparecido, y lo que es más importante, infraestructuras de registros de Eléctrica de Cádiz que ya no existen y que no pueden dar servicios a algunos quioscos (Parque Genovés, Plaza de las Tortugas, Alameda Apodaca [hoy Clara Campoamor], etc.)”.

Rafael Moreno sostiene que "la mayoría de los emplazamientos de los quioscos ofertados en el actual pliego de condiciones son nulos porque no cumplen alguno de los requisitos indispensables: Infraestructura de registros de Eléctrica de Cádiz para suministro eléctrico, espacio suficiente en la vía para su ubicación sin obstaculizar al peatón y a personas con movilidad reducida o coches de bebes y un mínimo de interés comercial. Estas razones han provocado continuos problemas en temporadas pasadas, dando lugar a improvisar emplazamientos imprevistos generando conflictos con peatones, Policía Local yEléctrica de Cádiz.

Por todo lo anterior Rafael Moreno solicita y propone el cambio de emplazamiento de un buen número de quioscos “de manera más acorde con la ciudad actual y moderna que hoy disfrutamos, donde sea tenido en cuenta que no se convierta en un obstáculo, donde se asegure un suministro eléctrico acorde con la normativa y también teniendo en cuenta el valor comercial de la zona, muy importante para que este tipo de actividad tenga asegurada su viabilidad. No se trata de crear más emplazamientos de quioscos sino en ocasiones de desplazar aquellos quioscos que desde hace años quedan desiertos una y otra vez debido a su obsolescencia”.

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