Películas, paseos y corrillos en Ybarra para matar las jornadas sin trabajo

La planta de Zona Franca tiene mínima actividad desde primavera tras la pérdida del suministro a los comedores escolares · La empresa admite la bajada de la producción y negocia nuevos contratos

Fachada de la planta de Ybarra Gourmet en el recinto interior de Zona Franca de la capital.
Fachada de la planta de Ybarra Gourmet en el recinto interior de Zona Franca de la capital.
B. Revilla / Cádiz

11 de septiembre 2009 - 01:00

La excesiva tranquilidad ha generado un clima de nerviosismo en Ybarra Gourmet. La planta ubicada en el recinto interior de Zona Franca arrastra desde primavera un nivel de actividad mínimo que ha despertado viejos fantasmas entre la plantilla. Los ex trabajadores de Quality Food, absorbidos por la empresa sevillana a finales de 2005 dentro del traspaso de activos de la antigua fábrica de la familia García Gallardo, tienen una jornada de sólo seis horas, salvo en los días operativos en planta, y matan el tiempo cada cual a su manera ante la escasa actividad.

El origen de esta indeseada situación es la pérdida del contrato de suministro a los comedores escolares de la provincia. Ésta había sido la principal línea de producción de Ybarra Gourmet hasta el curso pasado. Sin embargo, la empresa catalana Serunión, que abastece al 80% de los colegios gaditanos, rescindió el pasado 30 de enero su contrato con la firma sevillana y trasladó toda la producción a unas cocinas centrales propias en Málaga, desde las que actualmente surte a toda la red de centros concertados en la Comunidad Autónoma. La cancelación del servicio fue recurrida e Ybarra continuó como proveedor de Serunión hasta final de curso aunque con un volumen muy inferior.

Además, Ybarra, aprovechando las instalaciones adquiridas en Zona Franca, lanzó en 2006 la gama de productos Gourmet y durante este tiempo ha fabricado alimentos precocinados con sello propio. Sin embargo, la crisis y la insuficiente respuesta del mercado aconsejaron eliminar esta nueva línea, lo que precipitó la caída de la actividad en la planta gaditana, según describieron varios trabajadores de la compañía que se pusieron en contacto con este periódico pero prefirieron ocultar su identidad. Actualmente, la factoría sólo cuenta con dos pequeños contratos que generan poco trabajo y sólo les mantienen operativos en planta "durante algunas horas cada mes", según relataron las mismas fuentes.

El responsable de Administración de Ybarra Gourmet, Francisco Martín, reconoció la bajada de la producción pero lo atribuyó a la crisis y aseguró que "es coyuntural" y que la compañía "está negociando con cuatro o cinco empresas grandes del área de colectividades" para conseguir nuevos contratos. Además, confirmó la apuesta Ybarra por la factoría de Zona Franca y negó que se trate de una situación similar al abandono que vivieron con Quality Food. Sobre las quejas de inactividad, Martín sostuvo que se trata de "un tema personal" e hizo llegar un comunicado en este sentido suscrito por "todos los trabajadores excepto María Ángeles Pazos", la delegada de CNT-AIT que inició las denuncias, pero éstas han sido ratificadas posteriormente por varios compañeros.

La plantilla, formada por menos de veinte empleados indefinidos y cuatro fijos discontinuos que esperan su reingreso, ha aguantado esta práctica inactividad durante el verano con la expectativa de que el inicio del curso académico deparase nuevos pedidos. Las buenas nuevas no han llegado y sí la primera señal de alarma sobre el futuro de la fábrica en forma de un retraso del pago de las nóminas. El abono se ha producido finalmente pero no ha disipado la incertidumbre porque la mayoría de jornadas siguen transcurriendo en blanco. "Nos dedicamos a ver películas, a leer prensa, a pasear, a charlar, a salir a fumar o a dormir", según describieron varios operarios.

La empresa ya ha aplicado una primera medida de recorte consistente en la reducción de la jornada a seis horas salvo en los días que entran pedidos, cuando sí se realiza la jornada completa, según describieron los empleados.

El temor es que esta prolongada parálisis haga "peligrar el futuro de la empresa y de los empleos" y se lamenta que "la dirección no despeje las dudas" surgidas en los últimos meses. Las declaraciones de empleados diferentes muestran esta inquietud: "Yo no puedo estar allí dando vueltas porque ya lo he vivido en Quality Food y no lo aguanto". "Tienen la fábrica muerta de risa y a los fijos discontinuos, abandonados". "Yo llevo ocho años partiéndome la espalda y veo que, a la callada, van a acabar declarando la quiebra y nos vamos a quedar en la calle sin nada".

stats