Oportunidad o ganga

La operación ya está plasmada sobre el papel. La permuta del centro cultural Reina Sofía y la actual sede del Rectorado en la calle Ancha es la punta del iceberg de un diseño que contempla el establecimiento de casi una veintena de sedes universitarias en el frente que irá desde ese Reina Sofía hasta Valcárcel. Universidad y Ayuntamiento tienen las conversaciones muy avanzadas para lograr ese objetivo común. Pero tras dar a conocer la iniciativa, la duda se cierne sobre el proyecto: ¿es una oportunidad para la ciudad, o simplemente se trata de una ganga para la Universidad?

El alcalde y el rector se afanaron el miércoles por defender el proyecto y sus bondades con la ciudad. Y es que esas 18 sedes universitarias que se aspira a tener frente al mar (las ya existentes junto a media docena que se quiere incorporar al cordón universitario) se traducen en más de 9.500 personas habitando el casco histórico, entre profesores, empleados de la UCA y estudiantes, básicamente. Esto permitirá obtener "un campus como no existe en otro lugar de Europa, con el potencial y el crecimiento económico, social, cultural y educativo que conlleva", destacó José María González el miércoles.

Además, la operación diseñada por ambas instituciones permite dar salida a un punto negro en el urbanismo gaditano, como es la pérgola de Santa Bárbara y el Teatro Pemán. La primera, sin uso desde su inauguración, será ocupada por el Instituto Universitario de Arqueología y Prehistoria (que actualmente divide su actividad entre la facultad de Filosofía y Letras y el edificio de Simón Bolívar), habilitando allí un laboratorio arqueológico para la recuperación de piezas, para la docencia y con posibilidad de un espacio expositivo. El segundo, será al fin construido con el millón de euros que la UCA abone al Ayuntamiento en compensación por la permuta del Rectorado y el Reina Sofía (siendo la cantidad en la que se ha valorado la descompensación económica), teniendo utilidad tanto de teatro de verano como de paraninfo universitario.

Visto desde este punto de vista, el proyecto presentado por el alcalde y el rector se plantea como toda una oportunidad para la ciudad, para convertir ese frente de la ciudad en un motor económico, social, cultural y académico. Pero atendiendo en exclusiva a esa permuta de edificios y al pago de la Universidad de un millón de euros que se utilizará exprofeso para finalizar el Pemán, que posteriormente utilizará la propia universidad, las cuentas de la operación no salen.

Así lo denuncian desde el Partido Popular, donde consideran que lo anunciado el miércoles es una ganga para la universidad. Exponen los populares dos argumentos económicos distintos; por un lado, recuerdan lo que supuso en su día poner en pie el actual centro cultural Reina Sofía, cuya propiedad costó curiosamente algo más del millón de euros (ya que el Ayuntamiento pagó 2,7 millones de euros al Ministerio de Defensa por un paquete que incluía también el Campo de las Balas y el actual ECCO). A esa partida se sumó luego se añadieron 3,1 millones de euros en una profunda rehabilitación y otros 800.000 euros en dotar al centro del mobiliario oportuno. En total, unos cinco millones de euros a los que luego se han ido añadiendo otras pequeñas inversiones de mantenimiento y que ahora se 'desprende' del uso municipal por la finca de Ancha y un millón de euros.

En paralelo, los populares hacen otro estudio numérico. El centro Reina Sofía tiene alrededor de 3.600 metros cuadrados, frente a los 1.500 que suma la actual sede del Rectorado. Es decir, que con la permuta de inmuebles la universidad gana 2.100 metros cuadrados de espacio. Si se tiene en cuenta que la planta baja mantendrá su uso cultural y municipal, la diferencia de metros cuadrados se quedaría en 1.600. Por ese espacio abonará la UCA un millón de euros, por una cesión de cincuenta años. División que da como resultado -trasladado al mundo inmobiliario- 20.000 euros anuales, que traducido resulta 1.666 euros al mes. "Es decir, un euro por cada metro cuadrado al mes", trasladan fuentes populares.

Frente a esta cuenta, precisan desde este grupo de la oposición que un local de cien metros cuadrados en Cádiz puede rondar los 1.500 euros mensuales. Si se multiplica por diez, el resultado daría unos 15.000 euros por un espacio de mil metros cuadrados (600 metros menos que la diferencia de espacio a favor de la UCA resultante de la permuta Reina Sofia-Rectorado), lo que multiplicado por los doce meses del año serían 180.000 anuales, que por los cincuenta años que dura la cesión, la cifra ascendería a los nueve millones de euros, frente al millón que abonará la Universidad al Ayuntamiento. "Un chollo total para el rector, que sólo va a pagar un millón de euros para encima hacer un teatro (el Pemán) que va a utilizar la propia universidad", concluían los populares.

¿Oportunidad o ganga?