Un Campus con más potencial

El Ayuntamiento y la UCA han de aspirar al máximo consenso para impulsar su nuevo plan de desarrollo del Campus de Cádiz

26 de enero 2018 - 02:01

El acuerdo entre el Ayuntamiento y la Universidad de Cádiz para impulsar un campus más urbano y junto al mar parece redondo para la UCA, y a la vez podría servir para revitalizar el centro, partiendo de la base de que lo que sea bueno para la Universidad, también lo será para Cádiz. A cambio de 1 millón de euros y de la sede de la calle Ancha del Rectorado, el Ayuntamiento le cede el Reina Sofía y las oficinas de la Pérgola, con los que la Universidad cerraría un atractivo cinturón con Valcárcel como icono. El gobierno municipal ha ofrecido una mejor ubicación para las instituciones del Reina Sofía, aunque al no anunciar su intención en tiempo y forma a sus responsables, han surgido los lógicos interrogantes y también las críticas. En este espacio de lujo para la ciudad, hay instituciones de distinta naturaleza y no todas son susceptibles de traslado. Es éste el caso de la Fundación Federico Joly, el legado más preciado del Reina Sofía, que cuenta con más de 70.000 unidades entre libros, grabados, revistas, carteles, monedas y folletos de incalculable valor para uso y disfrute de la ciudad. En ningún caso puede ser objeto de mudanza, ya que actualmente se encuentra en unas condiciones óptimas. No está de más recordar que muchas de sus piezas están catalogadas como Bien de Interés Cultural por la Junta. Para combatir el escepticismo, el alcalde y el rector han de trasladar a la sociedad que ganará la ciudad y qué entidades se verían afectadas por los cambios. En este sentido, haría bien en detallar su futuro y cómo convertirá el actual Rectorado en un dinamizador cultural para el centro, con qué inquilinos y actividades.

El debate está abierto y conviene valorar el potencial que ofrece el Campus de Cádiz que se proyecta. Está conformado por cinco facultades, colegio mayor, aularios, el Centro de Transferencia Empresarial, instalaciones deportivas y la Biblioteca Central. Sin olvidar las 9.500 personas que darán vida al centro. La oposición ha subrayado que las cuentas no salen. Ha de estar vigilante, pero ésta es una apuesta de envergadura y no sólo se puede observar con luces cortas. Las oficinas de la Pérgola estaban infrautilizadas y el Pemán -del que también se beneficiará la UCA- lleva años olvidado. Más allá incluso de que el Reina Sofía doble en metros y valor al Rectorado, el éxito o fracaso de esta operación se medirá por su capacidad para llegar a acuerdos y transformar la realidad cultural, social y económica. El Ayuntamiento y la UCA se han aliado con un plan intentar transformar el centro, que como mínimo merece ser debatido. Sobre el papel, poco hay que perder, pero toca demostrarlo. La permuta de edificios en busca de más rendimiento y la gestión compartida representan una oportunidad para el campus, pero siempre desde el máximo consenso.

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