Muere Antonio Castellano, el alma del Horno La Torre de Cádiz

Antes de la invasión de las baguetes tuvimos en Cádiz muy buenas panaderías, muy buenos panaderos; Ricardo de la Fuente (El Laurel), Braza (San José), Paco González (Virgili), los Bustelo (Compañía), Panificadora Castro, el Horno de Rosario, entre otras.

Nos ha dejado Antonio Castellano, del Horno de La Torre. Los chamacos, los suizos, las medias lunas 'quitahambres', las corbatas, las bizcotelas, los manoletes, los cundis, las bobas... Antonio era uno de los últimos de esa hornada de empresarios, "industriales de esta plaza" se les decía, que vivieron la edad de oro de las panaderías y su declive, que colaboraban con todas las cosas de Cádiz, grandes saboreadores de la vida, grandes personas, cada uno con sus defectos pero con innumerables virtudes. Negocios que en la mayoría de los casos no se adaptaron a los nuevos tiempos.

Industriales que colaboraban con todas las cosas de Cádiz, con sus cofradías, con sus peñas, con sus gentes, con lo que hiciera menester. Se nos va, como diría Pérez Sauci, otro jirón de Cádiz, el sino de los tiempos.

Quienes conocimos la cervecería del Puerto, El Barril, El Anteojo, Moral, Merchán, La Camelia, Lepanto, el Bar Jerónimo, el Málaga, el Cine Terraza, el Sardinero... La lista sería interminable, sabemos de lo que estamos hablando.

DEP Antonio Castellano, del Horno de La Torre.