Luis Miguel Armario reparte más de un millón de euros

"¿Te ha tocado algo?", era la frase que más se podía escuchar durante el día de ayer por todas las esquinas del barrio gaditano de Santa María. Un barrio que amanecía bastante ajetreado, ya que se había despertado con la noticia de que más de un millón de euros había sido repartido entre algunos de sus vecinos.

Entre caras de alegría por el premio, de decepción por no ser los agraciados o de incertidumbre por no saber cuál era el número exacto, la mañana se abría paso. Sin embargo, el protagonista claro de la mañana era Luis Miguel Armario, el vendedor de los 34 cupones portadores de 35.000 euros cada uno.

Aunque el punto habitual en el que Luis suele situarse para repartir ilusión es la Plaza de las Canastas, ayer se encontraba situado enfrente del Nazareno de Santa María, hasta donde todos los vecinos y compradores habituales se fueron acercando para darle la enhorabuena al vendedor.

Para Luis, quien se muestra "muy contento, porque está todo el mundo felicitándome", era imposible ocultar su alegría y además confiesa que se alegra muchísimo por "haber repartido el premio en un barrio de parados, ya que le ha caído a gente que lo necesitaba realmente". Todos los agraciados, vecinos del barrio, eran conocidos por el vendedor ya que eran compradores asiduos.

Aunque lleva más de doce años como vendedor de la ONCE, es la primera vez que reparte un premio tan importante. Como repercusión, durante el día de ayer no daba a basto y "no sabía donde mirar" ya que entre la venta de cupones (que en la mañana de ayer volaron) y toda la gente que venía a felicitarlo o bromear con él le era imposible concentrarse en algo.

El cupón premiado estaba dedicado a la cala Vedella de Ibiza y, además de los 34 cupones vendidos, Luis se vio obligado a devolver diez de ellos porque no habían sido vendidos. Aún así son muchos los vecinos que tras invertir un euro y medio se han hecho con una parte de los 1.190.000 euros que Luis ha repartido y que lo han convertido por un tiempo en una especie de salvador para muchas familias gaditanas.