La Junta de Gobierno ha formalizado la demanda de desahucio por precario frente a los ocupantes de la Casa de Cádiz en Barcelona, dado que en la actualidad no se desarrolla ningún proyecto social en dicho inmueble.

Según explica el Equipo de Gobierno, se ha optado por esta opción una vez agotadas todas las vías no judiciales, siendo la intención vender el inmueble para destinar los ingresos a diferentes actuaciones en la capital gaditana. 

Cabe recordar que a apenas unos metros de la Sagrada Familia se encuentra la Casa de Cádiz en Barcelona. Sin actividad desde hace más de una década, el Ayuntamiento de Cádiz es copropietario del edificio de la avenida de  la Sardenya. En el mes de noviembre de 2018 un grupo decidió okupar el edificio y moran allí unas 25 personas, que se autogestionan como una especie de hostal para personas sin hogar.

Miembros del colectivo que ha ocupado la Casa de Cádiz en Barcelona, en una imagen de archivo

En enero de 2019, José María González 'Kichi' denunció en el juzgado el caso por usurpación de la propiedad, según dio a conocer a diversos medios nacionales el activista rumano Lagarder Danciu, uno de los portavoces de las personas que estuvieron residiendo en la Casa de Cádiz en Barcelona.

Precisamente esta persona, Lagarder Danciu, se vio involucrado en el caso de unos posibles  abusos sexuales a un joven que vivía en la casa okupada. 

Danciu explicó en El Mundo que Kichi decía en su perfil de Twitter que es anticapitalista. "¿Qué anticapitalista es si ordena a los servicios jurídicos de su ayuntamiento poner una denuncia y desalojar a gente sin casa?". Asimismo, en declaraciones a Antena 3 acusó al alcalde de Cádiz de "hipócrita" y de contradecirse con lo que defiende públicamente.

Por su parte, el Ayuntamiento de Cádiz negaba haber puesto ninguna demanda judicial ni denuncia para tratar de desalojar a los okupas. El gobierno municipal respondía en aquel momento que no había interpuesto "ninguna denuncia judicial" contra los sin hogar en un edficio que tiene compartido con propietarios privados. No obstante, admitieron desde San Juan de Dios que tan sólo actuaron "a requerimiento de los Mossos d'Esquadra".

Imagen de la fachada del edificio en el que se ubica la Casa de Cádiz en Barcelona

Así, el equipo de gobierno municipal sostenía que la policía catalana avisó al Consistorio de la okupación, advertida por vecinos. La corporación gaditana comparte la propiedad de la finca con una entidad privada y aducía en aquel momento que desatender el requerimiento de los agentes podía suponer prevaricación. El Ayuntamiento se basó en eso para justificar por qué instó a los Mossos a intervenir, algo que asegura que buscaba "garantizar también la seguridad del edificio".

La Casa de Cádiz en Barcelona nació en 1968 para intentar congregar a todos los gaditanos que emigraron a Cataluña en busca de la prosperidad económica que su tierra les negó. Esta entidad les permitía mantener sus raíces y hacerlas conocer a los catalanes. Tras una década de abandono del edificio –las últimas actividades conocidas de esta asociación datan de octubre de 2009 con la celebración de la festividad de la Virgen del Rosario–, su okupación es el triste símbolo del fin de una etapa.

En la misma información, la representación legal de los okupas afirma que el ayuntamiento podría haber utilizado otras vías, por ejemplo la civil o llegar a un acuerdo para tratar de hacer valer sus derechos. Desde el ayuntamiento de Cádiz se asegura que se está en contacto para tratar de buscar una salida a esta situación.