Cádiz

Horeca valora el ahorro que logrará el sector con la limitación del aire acondicionado

  • La patronal confía en que la clientela sea solidaria con bares y restaurantes

Aire acondicionado en un local de la ciudad.

Aire acondicionado en un local de la ciudad. / Germán Mesa

"Los 27 grados es una temperatura agradable". Lo dice Antonio de María, el presidente de Horeca que durante décadas ha tenido diversos restaurantes, por lo sabe de lo que habla en cuanto a la temperatura soportable en este tipo de locales.

Los 27 grados era la mínima que se iba a imponer desde la próxima semana a toda la hostelería, dentro del plan de medidas de ahorro energético que ha aprobado el gobierno central. La temperatura elegida ha sido criticada por algunos colectivos afectados e incluso asociaciones de hosteleros. En este sentido, las palabras de la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, afirmando que el decreto se aplicará "con la flexibilidad que corresponda", supone una matización. Ribera afirmó que los establecimientos podrán limitar el uso del aire acondicionado al "entorno de los 25 grados".

Tras este baile de cifras, cuando hoy la media de los locales ronda los 22 grados, según Horeca, De María tiene claro que serán los clientes los que marquen si la medida les va a restar negocio, pues no serán pocos los que opten por salir del local si sienten calor. Una sensación que, en todo caso, será similar en la mayor parte de los bares y restaurantes, oscilando únicamente según el tamaño de los mismos.

Eso sí, el impacto económico para el sector sí será positivo en cuanto al recibo de la luz, que destaca De María que bajará al rebajar la temperatura de los aires acondicionados, lo que implica menos consumo de energía.

Con todo, el dirigente empresarial considera que el Gobierno ha adoptado las medidas de control energético "muy a la ligera".

"Hay una sensación de rapidez en la elaboración de la norma, en las que pueden quedar resquicios y dudas sobre su desarrollo", afirma, hasta el punto que considera que hay cuestiones no coherentes que son importantes.

En este sentido se refiere a la obligación de cerrar las puertas del local, y con ello las ventanas, para evitar cambios en la temperatura media.

"Además de que en un establecimiento público lo normal es mantener las puertas abiertas como una medida de seguridad, se choca con la normativa sanitaria del Covid, por la que se indica que los establecimientos deben de estar bien ventilados, lo que entra en contradicción con el ahorro energético. El Covid es salud pública y lo otro, ahorro energético. Y lo más importante es lo primero, lo que pone en duda el control que se ha tenido a la hora de elaborar una norma que parece que no ha contado con otras ya existentes”"

Con todo, Antonio de María deja claro que el sector en Cádiz cumplirá las disposiciones impuestas por el Gobierno a partir de la próxima semana. "Le hemos indicado a nuestros asociados que las normas hay que cumplirlas, sí o sí".

Resalta, a la vez, que el ahorro energético "es una cuestión de toda la ciudadanía. Por eso, pido a la clientela solidaridad y comprensión con el sector".

Las olas de calor que se están reproduciendo este verano con mayor fuerza que otras temporadas, están provocando en determinadas ciudades turísticas se haya reducido la presencia de clientes en las terrazas, buscando más el frescor del interior de los locales, como ha pasado especialmente en Jerez y, en menor medida, en los bares y restaurantes de la costa.

Sea a 27 como a 25 grados, para el colectivo hostelero, según afirma Antonio de María, se pone en duda que estas medidas vayan a servir parta cumplir el objetivo de rebajar al menos un 15% el gasto energético en España, como se ha acordado en la Unión Europea. La limitación de la temperatura estará en vigor hasta el 1 de noviembre, los siete días de la semana. El Real Decreto-ley deberá ser convalidado por el Congreso de los Diputados en un plazo máximo de 30 días desde su publicación en el Boletín Oficial del Estado.

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