El alcalde, José María González, va a introducir una serie de cambios dentro de su equipo de gobierno una vez ha transcurrido poco más catorce meses desde su toma de posesión. Este retoque irá acompañado de una profunda reestructuración de la organización general del Ayuntamiento.

Con todo ello González pretende encarar con más fuerza su segundo año de mandato.

Encara a la vez la ciudad un ejercicio, entre lo que queda del 2016 y el próximo 2017, que puede ser vital para su desarrollo si se cumplen una serie de previsiones de calado. Por una parte, la capital debe de asentar la reducción del desempleo, 1.800 personas menos en lo que va de año, para lo que va a ser esencial el aumento de la carga de trabajo en Navantia y la tantas revés retrasada reactivación del político exterior de la Zona Franca, todo ello junto a la cada vez más potente industria turístico.

Es también tiempo para que se activen proyectos urbanísticos como Valcárcel, Tiempo Libre o el Olivillo y se termine de aclarar de una vez por todas el futuro de la Ciudad de la Justicia y del Hospital General. Y sobre todo, en estos meses se irá aclarando igualmente qué va a pasar con el Plan Plaza de Sevilla y la integración del puerto y la ciudad.

Los primeros doce meses de gobierno han servido a José María González para asentar en la gestión municipal a todo su equipo y para contar con su primer presupuesto municipal, con lo que se pueden dar ya pasos esenciales para sacar adelante el modelo de ciudad que defiende la coalición de izquierdas, liberados ya de las cuentas y la organización interna que se había heredado del anterior gobierno del Partido Popular.

Lejos de una crisis de gobierno los cambios en el equipo de González, que adelanta Diario de Cádiz, pueden considerarse más un retoque, una nueva disposición de funciones para varios de los ediles que en algunos de los casos unifica bajo una misma persona áreas similares y en otros sitúa al frente de la delegación afectada a perfiles que considera más adecuado para la labor de los próximos años. Como declara el alcalde a este diario es "colocar mejor las fichas y la estructura orgánica del Ayuntamiento".

La modificación más significativa es el intercambio de delegaciones que se da entre Adrián Martínez de Pinillos y María Romay. El primero deja Participación Ciudadana, Transparencia y Fiestas que pasa a Romay. Ésta a su vez cede a su compañero las áreas de Juventud, Deportes y Educación.

Romay se encargó hace unas semanas, con buen resultado, de la coordinación de la Gran Regata. Se pone ahora al frente de una concejalía que el alcalde pretende potenciar al máximo y ser una de las referencias del nuevo curso: la relación con los vecinos y la participación ciudadana en el día a día de la ciudad. Hay que recordar que en los primeros meses, las asociaciones de vecinos chocaron con algunas decisiones tomadas por el nuevo gobierno y que afectaban a sus intereses. Romay, cuya "potencial" fue destacada por el alcalde que recordó que "ha echado los dientes en el movimiento vecinal", asume también la concejalía de Protección Animal, de nueva creación.

En todo caso, el alcalde, en conversación con este diario, negó que los cambios puedan considerarse como una crítica a la labor de Martínez de Pinillos. Como no podía ser de otra forma, elogió también su trabajo, igualmente en Fiestas, y significó su perfil adecuado para las nuevas competencias que va a asumir. "Él ha resuelto de forma brillante todo lo que ha emprendido", recordando que "ha estado detrás de toda la planificación de las actividades del verano".

Martín Vila, primer teniente de alcalde y principal representante de Ganemos, asume también el área de Mantenimiento Urbano, que pierde también Martínez de Pinillos. Es un cambio lógico pues Vila, uno de los concejales más eficaces dentro del equipo de gobierno, ya controla todo lo relacionado con Urbanismo. Sigue también con Memoria Histórica, donde se han dado importantes avances en este año.

David Navarro, teniente de alcalde de Hacienda, incrementa su ya recargada agenda con los temas de Personal. Es otros gobiernos municipales de la ciudad ya se compatibilizaban estas áreas. Navarro se ha convertido en una de las piezas más importantes del equipo de González, que elogia su trabajo en la disminución de la deuda financiera y, sobre todo, la destacada disminución del débito a los proveedores.

Personal lo pierde Manuel González Bauza. El alcalde pretende que el concejal de Medio Ambiente centre su esfuerzo en el desarrollo de la ciudad sostenible y de las energías renovables. Esta es una de las grandes apuestas incluidas en el programa electoral del gobierno de izquierda, complementándola con cuestiones como el bono energético social.

Ana Camelo pierde Régimen Interior, que pasa a González Bauza. En este caso la intención del alcalde es que la concejala se centre en las políticas de Mayor y Mujer. Lo cierto es que la gestión de Camelo es una de las peor valoradas de todo el equipo de gobierno. La Fundación de la Mujer lleva ya un año totalmente paralizada, sin desarrollar nuevos programas y con decisiones muy polémicas.

Con todo, González defiende a ultranza la labor realizada por todo su equipo. Y destaca sobre todo la capacidad de aprendizaje que todos, incluido él mismo, han logrado desde junio de 2015.

"Se ha funcionado como un equipo muy cohesionado. Ahora afrontamos nuestro segundo año con la maquinaria más engrasada. El primer paso ha sido el contar con presupuestos propios que nos va a permitir aplicar nuestras políticas", completando acciones ya iniciadas como el Plan Antidesahucio o los programas de carácter social. "Además hemos tenido que funcionar con una organización municipal (procedente de la época del Partido Popular) que no era nuestra y que dificultaba nuestra actuación".

Los cambios en el equipo de gobierno se harán efectivos tras el final de la temporada de verano en septiembre.