La Catedral Nueva de Cádiz celebra esta semana su tercer siglo del inicio de las obras, que se alargaron en el tiempo ya que el templo no se bendijo hasta 1837 y aún así, sin terminar una de sus dos torres.

La construcción de esta seo no supuso el cierre de la anterior catedral, que pasó a denominarse como parroquia de Santa Cruz pero vuelve a tener la denominación de catedral, hasta el punto de contar con su propio plan director de cara a la ejecución de obras de mantenimiento y restauración, en el que es uno de los edificios más antiguos de la ciudad.

Curiosamente, a finales de la década de los 60 del pasado siglo, cuando la Catedral Nueva estaba cerrada debido a los desprendimientos interiores y Santa Cruz también tenían problemas estructurales, llegó a plantearse la construcción de un nuevo edificio que hiciese las veces del templo principal de la diócesis. Se llegó, incluso, a proyectarse en el solar ocupado por la parroquia de San Antonio, que entonces también estaba en mal estado.

Con todo, Cádiz es una de las pocas ciudades del país que cuenta con dos catedrales, de un total de 88 que hay en toda España. Así, disponen de dos seos Zaragoza, Salamanca, Lerida, Plasencia y Vitoria. Esta última, dedicada a Santa María, construirda en 1202, forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Las dos catedrales gaditanas están necesitadas de importantes obras de mantenimiento. Hoy se ejecutan obras de forma puntual en muchos casos gracias a los fondos obtenidos con las visitas turísticas a estos edificios.