El Alambique
J. García de Romeu
A los que se fueron
No porque fueran datos esperados dejan de llamar la atención, de asustar. Cáritas Diocesana de Cádiz ha puesto cifras al impacto social que ha tenido la epidemia del coronavirus. Una brutal realidad que se refleja en el incremento de hasta un 61% de las demandas de ayuda a lo largo del año 2020. "La pandemia ha provocado la anulación de la recuperación constatada a finales de 2019 y hemos vuelto a las cifras del peor momento de la última crisis económica", señala Cáritas en el balance del pasado año que ha presentado este viernes y que arroja unos datos demoledores.
En el año 2019 Cáritas atendía en Cádiz a 5.885 familias, a las que se han sumado otras 4.011 en el año 2020. Un espectacular incremento sobre todo de familias que nunca habían recurrido a Cáritas o a otro tipo de entidades de este tipo y que a raíz de la pandemia han perdido sus negocios o trabajos y se han quedado sin ahorros y recursos con los que salir adelante, según ha expuesto el secretario general de la institución diocesana, José María Espinar.
Junto a este dato, habla por sí solo también de la crisis económica y social derivada del Covid el destino de las inversiones que ha realizado Cáritas Diocesana. Según ha expuesto Espinar, lo habitual es que la principal partida económica se destine a los programas de empleo y economía social; pero en 2020, la cuantía más grande se ha destinado a la atención primaria a las familias, que necesitó de 526.131,14 euros. Cantidad notablemente superior a los 197.033,90 euros que se invirtieron en este capítulo en 2019 (por debajo entonces de esos programas de empleo y de la atención a las personas sin hogar).
En esta atención primaria se han tratado a un total de 9.535 personas, a las que se ha prestado una ayuda que alcanza a un total de 22.382 personas (teniendo en cuenta que Cáritas establece contacto con una persona que, en muchos casos, tiene a su cargo o convive con otras personas). "El perfil predominante son parejas con hijos, familias monoparentales (en su mayoría mujeres), personas solas, sin estudios o estudios primarios, sin ingresos, con ingresos insuficientes o percibiendo pensiones no contributivas", informa Cáritas, que explica que las ayudas a estas personas va desde la entrega de alimentos y ropa hasta pagos y ayudas relacionados con la vivienda, apoyo a la salud, educación o transporte.
Afortunadamente, en paralelo a este espectacular incremento de las demandas de ayuda y, por consiguiente, de los recursos económicos con los que hacer frente a esas demandas, Cáritas ha experimentado también un aumento de sus ingresos. Algo que se traduce en una mayor solidaridad y generosidad por parte de la sociedad gaditana.
En concreto, el capítulo de ingresos pasó de los 1.274.920,08 euros logrados en 2019 a los 1.552.340 euros del pasado año. Buena parte de ello es gracias a las administraciones públicas, que han aumentado notablemente su colaboración, que en 2019 no llegaba al 50% del total de ingresos y que en 2020 ha pasado a casi el 57%. Hasta 880.420,46 euros ha percibido Cáritas Cádiz de parte del Estado, de la Junta de Andalucía y de algunos ayuntamientos de la diócesis (mencionando Espinar, en concreto, a los de Chiclana, San Fernando y Algeciras).
También ha habido un ligero aumento de las aportaciones y donativos de particulares y empresas privadas, que han pasado de los 646.792,76 euros de 2019 a los 670.920,09 euros de 2020. En este sentido, el secretario general ha querido matizar que hay una parte notable de ayudas que han tenido entrada a principios de año (fruto de las distintas campañas de Navidad) y que, por tanto, a nivel de balance quedan contabilizados para la memoria de 2021.
Más de un millar de socios y donantes suma Cáritas en Cádiz, que suponen un pilar importante para el sostenimiento de la labor que se realiza con los que menos tienen.
La generosidad no solo se mide en términos económicos, sino también humanos. Y en este sentido, la labor de Cáritas en Cádiz ha sido posible durante el difícil año de 2020 gracias a la implicación de 751 voluntarios, además de los 27 empleados con que cuenta la diócesis. Hasta 111 voluntarios se han incorporado a la institución durante el pasado año, dando así relevo a otros que por su edad o por motivos de salud no han podido desempeñar su labor habitual durante la pandemia (atendiendo a las recomendaciones de confinamiento y otras de índole sanitarias para esos sectores de población).
Con este impactante balance de lo que ha sido 2020 en la diócesis, que refleja el impacto que el Covid ha tenido en buena parte de la población, en Cáritas esperan ahora la evolución de los próximos meses para tener algo más de certeza respecto a cómo va a evolucionar esta repentina crisis que nos devuelve a la peor casilla por la que pasó Cádiz en la anterior crisis económica. "Es complicado saber cómo va a evolucionar esto. Tenemos esperanza en el verano, en que recupere la normalidad lo máximo posible y mucha gene se incorpore a un puesto de trabajo. Y habrá que ver luego cómo se comporta el otoño y primeros de año 2022", ha comentado al respecto José María Espinar, que ha pedido "cautela" en relación a la evolución de este crítico escenario.
"La vacuna social va a necesitar muchas más dosis que la sanitaria", ha trasladado el obispo diocesano, Rafael Zornoza, que ha llamado la atención sobre las consecuencias de exclusión social que ha traído consigo la epidemia "y que no se van a levantar tan rápido". "Estábamos respirando de la crisis anterior, volvía el trabajo, había más estabilidad y ha llegado esto, que nos lastra de forma muy pesada", ha trasladado Zornoza, convencido de que de la crisis derivada de la pandemia "nos va a costar salir". "Pero Cáritas seguirá ahí al pie de los necesitados", ha concluido el obispo.
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