Cádiz

La pandemia lleva a 4.000 familias gaditanas a recurrir a Cáritas

  • La institución religiosa hace balance del primer año del coronavirus: 181.000 euros invertidos en ayudas directas y una acción adaptada a las circunstancias

Un cartel pidiendo ayuda para Cáritas en estos meses de epidemia.

Un cartel pidiendo ayuda para Cáritas en estos meses de epidemia. / Jesús Marín

En Cáritas Diocesana de Cádiz notaron el impacto de la pandemia casi desde el primer día en el que los contagios comenzaron a reproducirse en España. Con unos números que hablaban de una aparente mejoría en la situación socioeconómica y laboral de los gaditanos, el Covid supuso un portazo para muchas de esas personas y familias que empezaban a salir adelante, así como para otras muchas que con grandes malabares sobrevivían con sus propios recursos mes a mes. Y todo eso derivó a Cáritas, hasta tal extremo que un año después la institución religiosa suma alrededor de 4.000 familias nuevas que han requerido y requieren su atención.

La cifra de por sí asusta, pero es mucho más grave si se tiene en cuenta que en el balance de Cáritas del año 2019 (tres meses antes de que estallara el coronavirus) la cifra de atendidos era de 5.885 familias. Es decir, la acción de Cáritas en la diócesis se ha incrementado un 70% en apenas un año. “Una vez que comienza la crisis económica derivada de la pandemia, muchas familias que habían logrado una recuperación pero precaria vuelven a caer en la zona de exclusión, a las que se unen familias que antes no habían necesitado ayuda”, trasladan fuentes del Obispado, que amplían explicaciones indicando que las nuevas familias que demandan ayuda a raíz del Covid “responden al perfil de personas que viven en hogares que no pueden hacer frente a los gastos de suministros de su vivienda, es decir, no pueden calentarse adecuadamente o no pueden encender la luz siempre que lo necesitan”, a lo que se unen familias “que se han visto obligadas a cambiar de residencia para disminuir los gastos”.

Ante este nuevo escenario que irrumpe de manera inesperada en marzo de 2020, Cáritas ha respondido centrándose en tres aspectos distintos y gracias a la generosa respuesta que también ha florecido a raíz de la epidemia.

Respecto a su acción, indica Cáritas que tres han sido las prioridades en este último año: “mantener el apoyo a las familias con las que ya se estaba trabajando, y cuya situación se ha agravado con esta crisis”; “acompañar a las familias que acuden por primera vez a causa de la precariedad sobrevenida ante esta realidad”; y “adaptar la acción de voluntarios y contratados a la nueva situación impuesta por el distanciamiento social para garantizar el acompañamiento a las personas que demandan el apoyo de Cáritas”.

Todo ello ha sido posible por dos factores fundamentales: de un lado, la recepción de ingresos extraordinarios promovidos en la campaña Cáritas ante el coronavirus y que ha sumado un total de 188.312,26 euros en estos doce meses, gracias a la donación de 128 particulares (que han aportado el 53% de esa partida económica) y de 32 empresas e instituciones privadas (lo que supone el 47% restante). El grueso principal de esa partida extraordinaria de ingresos -181.000 euros, en concreto- se ha destinado a ayudas directas “que han permitido a las familias que acompañamos cubrir en parte necesidades tan básicas como la alimentación, la higiene, los gastos de vivienda o de suministros”. Y el resto (unos 5.000 euros) ha ido a parar a la contratación de personal de refuerzo en el comedor social que Cáritas mantiene en Algeciras.

De otro lado, el aumento de demandas de ayuda se ha atendido gracias a la incorporación de más de un centenar de nuevos voluntarios que han suplido las numerosas bajas del hasta ahora existente, en un alto porcentaje mayores de 65 años y por tanto afectados directamente por la pandemia. Tal es así, que Cáritas Diocesana cifra en un 35% la reducción del voluntariado durante los meses de confinamiento “a causa del aislamiento y la autoprotección” y un 25% en los momentos actuales.

“A lo largo del año, 105 nuevas personas se han incorporado al voluntariado de Cáritas, un refuerzo esencial que, junto con la coordinación con otras entidades sociales y, cuando ha sido posible, con los servicios de las Administraciones públicas, ha sido clave para sumar fuerzas y organizar la ayuda”, explican fuentes del Obispado.

Haciendo balance de cómo se ha desarrollado la atención a los más desfavorecidos de la diócesis en este último año, Cáritas ha querido trasladar su agradecimiento, al mismo tiempo que recuerda que “se puede seguir siendo parte de Cáritas en este momento crucial para todos, especialmente, para los más desfavorecidos”.

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