Cádiz

Cierre de comercios tradicionales en Cádiz: Las claves para revitalizar el sector

Comercios en el centro de Cádiz. Comercios en el centro de Cádiz.

Comercios en el centro de Cádiz. / Julio González

Escrito por

J. A. H.

EL cierre en los últimos días de varios clásicos del comercio local en Cádiz muestra la debilidad que tiene uno de los sectores claves de la economía gaditana. Especialmente propenso a resfriarse en cuando hay algo de frío en clave de crisis económica, siempre le cuesta levantarse y ponerse a tono, lo que provoca que en muchas ocasiones no esté lo suficientemente fuerte como para afianzar su recuperación si se topa con otra etapa de vacas flacas.

Trabajar en un comercio, sea cual sea su especialización, ha sido siempre muy duro, y más si no se cuenta con personal contratado para su gestión diaria por lo que esta recae en la propiedad, que agota horas y horas en planta para mantenerlo en pie. Aunque los chicucos pasaron a la historia, son muchos los que aguantan media vida detrás de un mostrador. Esta circunstancia provoca en muchas ocasiones la ruptura generacional de muchos comercios, pues los hijos ven como sus progenitores se agotan en sus trabajos, algo que ellos no quieren repetir. Y, así, el comercio familiar acaba vendiéndose o traspasándose.

Hay quienes, propietarios de varias tiendas, llegan a ver más rentable el alquiler de las mismas antes de mantenerlas abiertas, lo que les garantiza unos ingresos mensuales, incluso en las épocas más malas, que llegan a ser superiores a lo que ganaban con los locales en funcionamiento, contando además los costes que debían de asumir para el mantenimiento de unas plantillas de trabajadores a veces muy numerosas.

Otros, aprovechan la oportunidad que supone el interés por sus establecimientos por parte de cadenas comerciales nacionales e internacionales, vendiéndolos y logrando importantes plusvalías. Muchas veces, se asume, es muy complicado competir con estas firmas, sobre todo cuando éstas amplian sus horarios entre semana o abren los festivos.

Si esto ocurre en el comercio tradicional, tampoco lo tienen fácil los empresarios que montan por primera vez sus negocios en la ciudad. La mayoría, con el dinero justo y la ilusión al máximo. Este grupo también repite los problemas de horas y de carga de trabajo , a lo que une el enorme coste que en esta ciudad supone alquiler un local comercial, especialmente en el centro histórico, con rentas que son astronómicas y que unidas a los gastos obligados (impuestos, consumo de servicio e incluso el pago del préstamo bancario) llevan a estos nuevos comerciantes a hacer una buena caja para sobrevivir.

A pesar de todo, Cádiz sigue siendo la referencia del comercio tradicional en la provincia, e incluso aún mantiene algunas tiendas especializadas con proyección nacional. 

Para afianzar su futuro y animar la llegada de nuevos emprendedores (pues se siguen viendo demasiados huecos vacíos en determinadas calles céntricas), el sector ha planteado un plan director para su desarrollo, con acciones a emprender, se supone que de forma inmediata, y con el apoyo de las administraciones.

Hay una tendencia en los últimos años en esta ciudad a elaborar “planes directores”, con este nombre o títulos similares, que van desde la cultura al patrimonio pasando por la vivienda o el tráfico urbano. Y, ahora, también con el comercio. Documentos extensos, muchos de ellos bien trabajados, pero que acostumbran a acabar guardados en un cajón del despacho de turno. Se plantean medidas que deberían de ser urgentes pero que su resolución acaba alargándose en el tiempo.

En el caso del comercio, llevamos años hablando de proyectos para su desarrollo y ya parece ser hora de aclarar ideas y ponerlas en marcha. Sin más.

Un comercio vende si ofrece buenos productos

Hay una cuestión evidente: un comercio vende si ofrece buenos productos. A veces no es su coste sino su calidad lo que manda, lo que le lleva a garantizar una clientela fiel incluso más allá de nuestra frontera municipal. Aquí debería de analizarse qué se puede comprar en Cádiz y qué productos faltan, de cara a dirigir a los nuevos emprendedores por negocios que aporten novedad en la ciudad.

El coste del alquiler de locales es uno de los grandes inconvenientes de la ciudad. Aquí resulta complicado actuar, pues nos topamos con la libertad que tiene cada propietario de imponer la renta que considere oportuna. De nada vale que se les obligue a mantener sus escaparates en condiciones si éstos siguen vacíos, aunque si es criticable que muchos sean propiedad de empresarios gaditanos, que han atesorado locales por la ciudad, manteniendo muchos de ellos cerrados desde hace meses o años al imponer alquileres desorbitados. Como disponen de dinero para vivir, no tienen prisa por sacar al mercado esta oferta, aunque afecte a un sector en los muchos de ellos han trabajado.

Sí se puede ayudar desde las administraciones rebajando los impuestos que deben pagar los emprendedores, aportando incluso ayudas para la puesta en marcha de nuevos negocios (especialmente en todo lo relacionado con la informatización), y agilizando la tramitación de los permisos de obras y apertura.

A la vez, es indispensable campañas de promoción potentes fuera de la ciudad, incluso superando el ámbito provincial. Si el comercio es capaz de vender vía internet, puede tener clientela de medio mundo. No se debe olvidar que hoy en la mayor parte de los centros comerciales del país se repite el mismo modelo, con las mismas marcas y con escasa oferta tradicional y, por ello, diferenciada. Por eso, sería una apuesta relevante para Cádiz que quien nos visita se encuentre con nombres nuevos en sus calles.

Tienda de Zara, ya cerrada, en la calle Columela. Tienda de Zara, ya cerrada, en la calle Columela.

Tienda de Zara, ya cerrada, en la calle Columela. / Julio González

Internet. Las grandes firmas que se han marcha de Cádiz, como Inditex, no ha sido por sus bajas ventas sino por un modelo de negocio donde el comercio por internet tiene cada vez más fuerza. Siendo complicado aplicar este modelo al comercio tradicional de la ciudad, con decenas de padres y madres, las administraciones sí podrían facilitar los espacios (naves para guardar mercancía) y los medios (sistemas informáticos) para potenciar esta forma de venta, más allá de los cursos que hoy se organizan de forma puntual.

El turismo tiene una especial relevancia en nuestra economía. Tanto el procedente de los cruceros marítimos, como de quienes nos visitan en verano o en otras jornadas festivas. Va en aumento este número y crece también el turista con mayor poder adquisitivo y que compra en Cádiz. También hay que aprovecharlo.

La ciudad necesita modernizar su flota de autobuses. La ciudad necesita modernizar su flota de autobuses.

La ciudad necesita modernizar su flota de autobuses. / Jesús Marín

Todo ello, en una ciudad pequeña, con un casco histórico y eminentemente comercial ubicado en una punta de la ciudad, con escasas entradas, lo que afecta a su accesibilidad.

Cádiz está metida de lleno en un proceso de modernización en lo que respecta a la apuesta por una ciudad peatonal y sostenible, como ya se defiende en las capitales más avanzadas de Europa. Ello chocar con el viejo concepto de llegar a los sitios en coche. El comercio siempre reclama más aparcamientos, cuando lo que hay que hacer es facilitar vías transitables para los peatones (y posibles clientes), zonas verdes y espacios bien cuidados. Y una red de transporte urbano e interurbano eficiente. 

La ciudad lleva años en un proceso de peatonalización de sus calles; también ha pasado en el Paseo Marítimo. La eliminación del coche no ha traído el caos, el hundimiento de nuestra economía, la marcha de los turistas, como algunos auguraban. Todo lo contrario. 

Al final es la calidad de lo que se ofrece como ciudad, incluido su comercio tradicional, lo que garantiza nuestro crecimiento.

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