Llegan a Cádiz los Erasmus de la UCA entre medidas excepcionales contra el covid

"Cádiz es una ciudad divertida"

  • Los Erasmus confiesan que buscan Cádiz por su acento, por el mar, por su ubicación y por el carácter de sus habitantes

Una joven Erasmus parece esconder una sonrisa tras la mascarilla al sentirse en el punto de mira de la cámara

Una joven Erasmus parece esconder una sonrisa tras la mascarilla al sentirse en el punto de mira de la cámara / Julio González (Cádiz)

21 países. Vienen de la UE, de África y de América. Cada uno viene con una historia en su mochila pero todos, o al menos todos los consultados por este periódico, coinciden en que lo que más le atrae de Cádiz es su cercanía con el mar y que es una ciudad "muy divertida".

Ya cada uno que entienda lo que quiera. No hablan de juergas, o al menos no se atreven a mencionarlo con la que está cayendo, pero procedente de distintos países, con distintas costumbres y distintas formas de vivir el problema de la pandemia, pero este miércoles, al menos en su primer día como Erasmus, vienen dispuestos a cumplir a rajatabla con todos los protocolos.

En la sala de la Facultad de Filosofía de Cádiz no cabía nadie más en cumplimiento del protocolo anti covid En la sala de la Facultad de Filosofía de Cádiz no cabía nadie más en cumplimiento del protocolo anti covid

En la sala de la Facultad de Filosofía de Cádiz no cabía nadie más en cumplimiento del protocolo anti covid / Julio González (Cádiz)

Ilari Eskelinen, prototipo finlandés, rubio y ojos claros. Tiene que escribirnos su propio nombre por motivos obvios. Antes de proseguir su experiencia estudiando fuera de su tierra en Colombia y Chile, Ilari tenía especial interés por venirse a Cádiz. "Su acento me atrae". Y eso que habla un español bastante decente, ya que hay escuelas en su tierra en las que ofrecen la enseñanza del castellano como una opción de idoma, "y porque en Finlandia viven muchos latinos".

Una parejita de amigos italianos, Cristiano y Francesca. Ella con un español muy pobre, pero Cristiano sí le llevaba la delantera al haber estado el año pasado haciendo prácticas en un hotel de Barcelona. Les atrae la Comunicación Internacional y es lo que les trae hasta Cádiz, pero más el mar. Los dos, Cristiano y Francesca son de la Italia interior y vienen con ganas de estudiar y de aprovechar nuestra situación costera y sus playas. Francesca es sincera y cuenta que Cádiz "es una ciudad muy divertida y muy bonita, a lo que Cristiano añade que Cádiz, allá por su tierra tiene fama de tener mucha vida de estudiantes. "Venimos para divertirnos y para aprender español", coinciden los dos Erasmus.

A Alejandro Tello, de 27 años, se le escucha y parece no formar parte de los Erasmus. Es de padre barcelonés y de madre de tingitana. Viene de Finlandia, concretamente de Rovaniemi, casi en el círculo polar ártico. Este cambio de clima le hace reírse del Poniente de este miércoles. El motivo por el que ha elegido Cádiz como destino de su Erasmus para este cuatrimestre ni más ni menos que por por el "carácter abierto" de los gaditanos y por su cercanía con Chiclana, localidad por la que siente debilidad. Alejandro procede de un país en el que las mascarillas no son obligatorias y en el que las restricciones y el número de casos de covid están mucho más relajados. Pero allí estaba, sentado con su mascarilla, por cierto, con el anagrama de Erasmus, como el resto de sus compañeros.

Lena Boizeau, 20 años, parisina, llega a Cádiz a estudiar Lengua y Linguística, ya que "el año pasado estuve por aquí por turismo y me gusta esta ciudad tan pequeña y me hace compensar que el resto del año vivo en una ciudad tan grande como París". Hay gustos para todo. Y cada uno, de su padre y de su madre, con su gustos y disgutos, llegan a Cádiz en busca de una "ciudad divertida y muy bonita", como bien decía Francesca.

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