El Monumento a las Cortes está rodeado por las obras que se ejecutan para la reordenación de la plaza de España, uno de los proyectos de referencia para el actual gobierno municipal. Sin embargo, el conjunto escultórico más importante de la ciudad tardará en ver en si mismo los necesarios trabajos de restauración que viene reclamando desde hace años.

La operación de limpieza realizada hace ahora una década, de cara a los actos del Bicentenario de la Constitución, no ocultó los daños que el monumento ha ido acumulando desde que se terminó hace cerca de un siglo y que ahora vuelven a salir a la luz.

La caída, en julio de 2020, de la espada que portaba en su mano izquierda la matrona como figura principal del Monumento, evidenció la necesidad de estos trabajos. Que se haya tardado dos años en solventar este accidente (con una réplica de la espada de menor peso para evitar posibles daños en la mano de la figura.

La original quedará protegida en el Museo de las Cortes) se justifica por el escaso presupuesto que hasta ahora ha tenido la concejalía de Patrimonio Histórico y la necesidad de contar con el visto bueno de Cultura.

Si apenas se ha tenido dinero para instalar de nuevo la espada, menos se tiene para acometer la obra de todo el conjunto. "Solo encargar el análisis técnico de cómo está el Monumento y las medidas que hay que adoptar puede suponer una inversión para la que no tenemos fondos", destaca el teniente de alcalde Patrimonio Histórico, Paco Cano.

El edil tiene claro que afrontar este proyecto implica una colaboración entre varias administraciones. Cuando ocurrió la caída de la espada hace dos años, desde la Junta de Andalucía ya se ofrecieron a trabajar de forma unida con el Ayuntamiento, aunque desde entonces no se ha avanzado en nada.Cano indica que será necesario buscar también financiación a través de otros fondos destinados a la recuperación del patrimonio histórico.

En los últimos tres años el Ayuntamiento ha acometido varias actuaciones en materia de mantenimiento de los monumentos de la ciudad. En primer lugar, se actuaron sobre distintos bustos existentes en parques y plazas, en el tratamiento de los cañones esquineros y en la limpieza de algunas figuras. Ahora se ha trabajado en el monumento a Segismundo Moret (que no le ha librado de la suciedad de las palomas) y el monumento al Marqués de Comillas, donde se pretende recuperar su subterráneo que en su día fue una biblioteca.