La guerra sindical sigue abierta en el Ayuntamiento de Cádiz. Sobre todo después de que el acuerdo regulador de la plantilla saltara por los aires el jueves al anunciar el alcalde, José María González Kichi, que retiraba la última propuesta planteada por el gobierno local. Aquella maniobra, debida en parte a las presiones de Autonomía Obrera respecto al normal desarrollo del concurso de agrupaciones del Carnaval, ha recibido la valoración de este sindicato, que rechaza los términos "amenaza"o "chantaje" para defender que lo que han hecho es "utilizar los métodos que le otorga la ley para reivindicar".

Autonomía Obrera recuerda que el acuerdo regulador de las condiciones de trabajo de la plantilla del Ayuntamiento de Cádiz es "un acuerdo social, laboral y económico que engloba a la totalidad de la plantilla municipal, cerca de mil funcionarios". Por eso, rechaza la propuesta presentada en febrero por el equipo de gobierno que "solo da solución al supuesto problema de la Policía" y que, además, se realizó "a espalda del resto de empleados municipales".

Además, este sindicato asegura que ese acuerdo que el jueves rechazó el alcalde "es ilegal", porque se habría alcanzado "al margen de la mesa de negociación general, solo con y para la Policía". "En este Ayuntamiento no existe mesa sectorial ni paralela. Eso es discriminar y ningunear al resto de sindicatos legitimados en la negociación y, por tanto, al resto de personal funcionarial", explica el sindicato, que el jueves acudió a una reunión de la mesa de negociación en Alcaldía sin la presencia de dos de los cinco sindicatos que la componen.

Sobre ese acuerdo que ya ha sido retirado de la mesa negociadora, denuncia Autonomía Obrera que "ha sido urdido en la Jefatura de Policía, sólo con sindicatos de Policía, cuestiones que repercuten solo a ellos económicamente y que condena al resto". "No se ha aprobado en ningún sitio oficial ni legitimado, era solo una propuesta más bien fruto de la coacción y el chantaje de los sindicatos de la Policía", añaden lanzando un mensaje final que deja a las claras el distanciamiento que existe entre los distintos sindicatos con representación en la plantilla municipal: "Cada uno en este asunto tiene que asumir su responsabilidad sin olvidar a quien representa pero sin discriminar al resto".