El ambiente en San Juan de Dios está más que enrarecido. La relajación que se vislumbra en el panorama político, con un gobierno realmente cómodo ante una oposición que aparentemente no provoca demasiados dolores de cabeza, es inversamente proporcional a la tensión que se vive a nivel interno entre la plantilla municipal, con numerosos frentes abiertos por parte de un equipo de gobierno que acaba de provocar un nuevo incendio cuyas consecuencias se conocerán en los próximos días.

La última maniobra del alcalde ha desconcertado a extraños (algunos de los sindicatos con representación en el Ayuntamiento) y a propios (el seno de su propio equipo de gobierno). José María González ha desautorizado a su segundo de a bordo, el concejal de Personal (Demetrio Quirós), tumbando de manera tan repentina como contundente la propuesta que éste había venido trabajando –avalado por el propio Kichi– en las distintas conversaciones, negociaciones y reuniones con los sindicatos para solucionar el conflicto policial y sacar adelante, al mismo tiempo, un nuevo acuerdo regulador de la plantilla municipal.

El propio Ayuntamiento dejaba asomar en la tarde del jueves ese cambio de parecer respecto al acuerdo regulador, con una nota de prensa en la que el alcalde exigía a los sindicatos “que se sienten y dialoguen para presentar una propuesta realista, adaptada a la situación económica del Ayuntamiento y pensada para el conjunto de los trabajadores y trabajadoras de la casa, sin discriminar a ningún colectivo” ya que “todos los trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento son iguales”.

El cambio de escenario del jueves

Esta repentina valoración de Kichi respondía a lo que aconteció en su despacho horas antes, cuando citó a tres de los cinco sindicatos (los mayoritarios, Autonomía Obrera, el policial UPLBA y UGT) para comunicarles que la propuesta que el pasado mes de febrero había presentado el propio Ayuntamiento, de la mano del primer teniente de alcalde Demetrio Quirós, quedaba sin efecto. Una decisión que hace saltar por los aires el consenso que se había alcanzado en los últimos meses y que se comunicaba, además, sin la presencia del propio Quirós, que no estaba en la reunión por deseo expreso del alcalde.

Según fuentes municipales consultadas por este medio, esta maniobra sorpresiva de González responde a las presiones del sindicato Autonomía Obrera respecto a las concesiones que ese acuerdo regulador habría dado al colectivo policial y que provocan el absoluto rechazo que el sindicato ha hecho público mediante distintas acciones en los últimos meses. En concreto, Autonomía Obrera habría amenazado al gobierno local con reventar el normal desarrollo del concurso de agrupaciones que se celebra desde el lunes en el Gran Teatro Falla a partir de la sesión de este viernes día 20. De hecho, las fuentes consultadas aseguran que en la mañana del mismo viernes había convocada una reunión en el Sercla para abordar los paros parciales convocados por el sindicato, quedando sin efecto ese encuentro tras la decisión manifestada por el alcalde en la tarde del jueves.

Una solución, dos problemas derivados

Esta maniobra que salva el normal desarrollo del COAC deja, por contra, dos grandes frentes abiertos. De un lado, entre los propios sindicatos, incapaces de realizar una propuesta conjunta debido a las enormes diferencias de intereses entre unos y otros, lo cual devuelve el acuerdo regulador a la casilla de salida.

De hecho, los sindicatos de Policía Local han convocado una reunión para este próximo lunes de la que con toda probabilidad saldrán nuevas movilizaciones y actuaciones para retomar la senda de la reivindicación que Demetrio Quirós había logrado encauzar en los últimos meses. En este sentido, conviene recordar cómo la Policía Local reconsideró sus posiciones y ha cubierto con garantías los últimos eventos extraordinarios de la ciudad (como la regata Sail GP del pasado octubre, la Navidad, el carnaval de febrero o la Semana Santa); una situación que puede dar un giro de 180 grados en los próximos días. “No sabe la que se le viene encima”, han llegado a aseverar respecto a la situación que derivará en los próximos días.

De otro lado, la situación generada con esa brusca marcha atrás del alcalde deja en entredicho la labor de Demetrio Quirós, que llevaba más de un año negociando este acuerdo regulador que desde febrero parecía cerrado con la propuesta que el propio Ayuntamiento presentó y que defendía el número 2 del gobierno municipal y que ahora vuelve a la casilla de salida. De hecho, algunas fuentes consultadas trasladan la posibilidad de que en los próximos días pudiera producirse la salida del teniente de alcalde de Personal y de Policía Local, que presentaría su dimisión tras haber sido desautorizado de esta manera tan contundente por el alcalde.

Para colmo, el propio Quirós estaría envuelto en una denuncia que investiga la Fiscalía por presunta prevaricación a la hora de incorporar a un asesor de Podemos a la plantilla municipal (hoy con destino en el Instituto de Fomento y Empleo). Un hecho que el sindicato Comisiones Obreras denunció en el año 2018 y sobre el que la Fiscalía parece haber encontrado indicios del posible delito, que puede terminar salpicando al responsable político del área de Personal.