El futuro servicio de autobuses de Cádiz no convence
El gobierno saca en solitario la estructura de costes del futuro contrato ante las numerosas deficiencias o “debilidades” señaladas por la oposición
Así será el nuevo servicio de transporte urbano
El Ayuntamiento de Cádiz ha iniciado este viernes el proceso de licitación del nuevo servicio de autobuses urbanos, con la aprobación de la estructura de costes previo a la elaboración de los pliegos técnico y administrativo y la apertura del período de presentación de ofertas. Y ha sido el equipo de gobierno en solitario quien ha respaldado los gastos previstos de un servicio que ha recibido una retahíla de críticas por parte de los grupos de la oposición, que ven numerosos fallos o “debilidades” en la propuesta de funcionamiento elaborada por el gobierno.
El primer problema que se ha señalado en el Pleno guarda relación con las cifras que aparecen en el estudio de gestión, donde se advierten “incoherencias” por parte de los distintos grupos. “Es incoherente hablar de una subida de viajeros del 2% y luego incorporar ocho autobuses más”, que señalaba el concejal no adscrito Domingo Villero; o, según trasladaba el concejal popular José Manuel Cossi, poner como punto de partida 11 millones de viajeros al año cuando actualmente el servicio está en 8 millones, lo que propicia un desfase “que habrá que compensar con más subidas del billete o aumentando el déficit de explotación, que querían reducirlo y según el documento va a ir creciendo hasta los 5 millones de euros”.
También se ha apuntado al diseño de las líneas anunciado por el equipo de gobierno (que elimina una línea unificando los trayectos de la 2 y la 3 y habilita otra línea sólo para los meses de verano), siendo especialmente críticos con la desaparición de la Línea 3, especialmente en lo relativo a dejar de circular por el entorno de hasta tres centros educativos de la ciudad. De igual modo, se rechaza el trayecto de la Línea 7 por la Avenida principal y no por el Paseo Marítimo, haciendo coincidir buena parte del recorrido de la 1 y la 7; se recuerda que el barrio de La Laguna ha demandado habilitar una parada entre Ana Orantes y el Estadio Nueva Mirandilla -“a lo que ni siquiera le ha contestado el señor Vila”, como precisó la concejala de Ciudadanos, Carmen Fidalgo-; o se critica que la única línea tranversal sólo vaya a funcionar en verano -“¿Los vecinos de la Barriada no tienen derecho a ir al Paseo durante siete meses al año?”, preguntó la concejala socialista Natalia Álvarez al concejal de Movilidad-.
La subida de la tarifa, prevista en una media del 20% que no será lineal en todos los tipos de títulos, ha sido otra de las grandes críticas, tanto por el contexto actual de subida generalizada de precios que está soportando la población como por el contraste que supone subir los precios con el fomento del transporte público.
“Partimos de una hipótesis errónea, queremos construir un rascacielos con cimientos de barro”, ha advertido Villero, que ha recordado que hace seis años “ya estaba el servicio de autobuses completamente amortizado, pese a lo cual sigue costando a los gaditanos más de dos millones de euros al año”. Estas críticas se han extendido al resto de grupos, que afean la falta de participación a la hora de elaborar la propuesta de funcionamiento del futuro servicio, que critican el considerable retraso en el trámite abordado este viernes y pendiente desde 2015 y que desconfían de las cuentas y los cálculos incluidos en el estudio de gestión del servicio.
“Necesitamos un estudio de gestión real, porque queremos un transporte nuevo pero que sea eficaz y asumible económicamente, pero no podemos apoyar la subida del billete y el aumento del déficit de explotación, así como el desfase entre lo planteado en el estudio y la realidad”, ha resumido Cossi, que señala la aprobación de una deuda “de al menos 52 millones de euros” si el documento preparado por el equipo de gobierno llega a convertirse en contrato.
La posición de Martín Vila
Frente a todas estas críticas que ponen en duda lo que a priori debería ser un mero trámite, el de la aprobación de la estructura de costes, el concejal de Movilidad ha destacado las bondades que, a su juicio, incorporará el nuevo servicio que supondrá “una revolución” en el transporte público de Cádiz. Un 15% más de horas de servicio, una reducción de las líneas “para evitar el trasbordo, que penaliza bastante el uso del transporte público, permitiendo que todo el desplazamiento se haga en un mismo autobús”, un incentivo de la intermodalidad “para que el autobús urbanos sea también útil a los usuarios del transporte metropolitano”, la reducción de la frecuencia de todas las líneas, “romper el desequilibrio entre las dos ciudades otorgando a todas las líneas la misma frecuencia”, los nuevos vehículos híbridos, o la doble capacidad que tendrán los autobuses para las personas con movilidad reducida son los aspectos señalados por Vila, que ha rechazado todas las críticas anteriores.
“Dejemos el politiqueo y vayamos al turrón. Aprobemos la estructura de costes”, ha concluido el concejal sabedor de que la propuesta saldría adelante, aunque no haya recibido ni un solo apoyo de la oposición (más allá de la abstención de PSOE y Ciudadanos, que es lo que ha permitido sacar adelante este inicio del expediente).
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