"No esperen que ningún costarricense intente entrar por la fuerza en Cádiz, porque abolimos el ejército hace 60 años. No esperen que vengamos a proclamar la guerra desde ningún campanario. Entraremos como lo hace un amigo, con la sonrisa en la cara, los brazos extendidos y la ilusión en el pecho". Y desde ayer, con la Llave simbólica de la ciudad que sólo él posee. Óscar Arias, presidente de Costa Rica, se convirtió ayer en el primer jefe de Estado iberoamericano que visita Cádiz como muestra de su compromiso con la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812.

Óscar Arias, premio Nobel de la Paz y Príncipe de Asturias de la Cooperación, demostró en su apretada agenda en la capital su admiración por los valores que recogió la Constitución de La Pepa y la influencia que tuvo en Iberoamérica. En este sentido, en el discurso que dio tras recibir de manos de la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, la Llaves de la ciudad, comparó a España como la señora de la casa de Iberoamérica y a América Latina como "una joven loca y entusiasta que sigue el ejemplo". En este sentido, dijo que de aquí "aprendimos la libertad y salimos a buscarla. De aquí aprendimos la democracia y empezamos a construirla. También la paz, y al final la conseguimos".

Su discurso en la recepción en el Ayuntamiento fue muy conciso pero intenso y llegó incluso a hablar de que seguramente algún antepasado suyo pudo pasear en algún momento por las calles de Andalucía.

De Cádiz recordó todas las invasiones que ha sufrido "por lo que conoce bien el sentido de la guerra", pero a la vez recordó que "por eso es pródigo con los visitantes que vienen proclamando la paz", palabra que ocupa el primer lugar en el diccionario del jefe de Estado costarricense. Arias acabó su discurso citando a Rafael Alberti "llamando Cádiz a todo lo dichoso".

Por su parte, Teófila Martínez agradeció de manera vehemente la visita de Arias a Cádiz y el apoyo explícito que ha dado en todo momento al Bicentenario y, por ello, le honró con la Llave de Honor de la Ciudad en presencia de toda la Corporación municipal.

Martínez dijo que posiblemente "pocas veces en su historia este salón de plenos ha podido contemplar juntos y reunidos en el mismo a todo un jefe de Estado con cuatro ministros". Y es que Arias ha viajado a España bien acompañado.

De este modo, le han secundado el ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias Sánchez; Carlos Ricardo Benavides, de Turismo; Bruno Stagno, de Relaciones Exteriores; y Marco Vinicio Ruiz, de Comercio Exterior. Con ellos también han llegado el presidente de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, Francisco Antonio Pacheco Fernández; el embajador de Costa Rica en España, Melvin Alfredo Sáenz Biollet; y el de España en el país centroamericano, Arturo Reig.

Las llaves que le entregó ayer Cádiz al presidente costarricense son las que abren "la puerta de la paz y libertad que significa 1812, la llave que cierra la puerta al enfrentamiento, la incomprensión y la lejanía", según señaló en su discurso Martínez. Además, dijo que estas puertas de la ciudad se quedan abiertas ya de manera perpetua para Costa Rica.

Pero para la alcaldesa ese símbolo va más allá porque ejemplifica "toda la apertura y toda la comprensión que Costa Rica ha tenido para con esta ciudad trimilenaria".

Teófila Martínez se refirió en su alocución a unas palabras que dijo el propio Óscar Arias cuando recibió el Premio Príncipe de Asturias en 1988: "Es Costa Rica un país democrático, pacífico y libre, un santuario de los Derechos Humanos y de la fe en el hombre. Varios hechos también han contribuido a forjar nuestra nacionalidad: las elecciones democráticas a que nos habituó desde 1812 la Constitución de Cádiz".

Óscar Arias llegó a la capital gaditana procedente de Sevilla, donde había mantenido una reunión con el presidente de la Junta de Andalucía. Mañana le tocará el turno con el Rey de España, con el que tendrá una cena, y el jueves un encuentro con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Pero antes de todo eso inició su agenda en Cádiz con una reunión en el Hotel Atlántico con el Consorcio, a la que asistió el presidente del mismo, Gaspar Zarrías y la que siguió un almuerzo.

Ya por la tarde tuvo la recepción en el Ayuntamiento de Cádiz, con la entrega de la Llave de la Ciudad, y después clausuró en Santa Catalina la exposición de la artista costarricense Tamara Avalos. La jornada la finalizó con una cena en el Centro de Arte Flamenco de la Merced con espectáculo incluido.

Teófila Martínez no pudo dejar de olvidar la importancia que está teniendo el país centroamericano en la celebración del Bicentenario. No en vano, fue en su capital, San José, donde la Unión de Ciudades Capitales de Iberoamérica (UCCI) nombró a Cádiz como Capital Cultural para el año 2012. Y fue allí también donde Teófila Martínez tuvo los primeros contactos para esbozar varios convenios de cara al Bicentenario.

Después de Óscar Arias está previsto que arriben a la ciudad gaditana antes de que finalice el año el presidente de Panamá, Martín Torrijos Espinos, y el de la República Dominicana, Leonel Fernández, para ir poco a poco sumando hasta llegar a la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado.