Cádiz

Los barrios de Cádiz abren sus puertas a "un hombre de paz"

  • La amplia comitiva que acompañó al presidente Óscar Arias en los diferentes actos programados ayer levantó la expectación de los gaditanos en el Ayuntamiento, Santa Catalina y La Merced

En su primera visita a la capital gaditana el presidente de la República de Costa Rica, Óscar Arias, tuvo ocasión de conocer tres de los barrios más populares de Cádiz. Y su presencia, al mismo tiempo, no pasó inadvertida para los gaditanos, que se asomaban a cada uno de los rincones por los que pasaba el líder político costarricense.

En una apretada agenda de actos políticos, culturales y sociales, el barrio de El Pópulo fue su primera parada -tras la reunión mantenida por la mañana en el Hotel Atlántico con el presidente del Consorcio para el Bicentenario, Gaspar Zarrías, y con la gerente de este organismo, María Luisa García Juárez- y el acto central de su visita: la entrega de las llaves de la ciudad en el Ayuntamiento.

Las vallas, agentes de la Policía Local y representantes políticos que aparecían por la plaza de San Juan de Dios a las siete de la tarde atrajeron el interés de muchos curiosos, que no dudaron en esperar en las inmediaciones del Ayuntamiento la llegada de Óscar Arias y su comitiva. En el interior del Consistorio aguardaban también este momento la corporación municipal con la alcaldesa, Teófila Martínez, al frente, que salió a la puerta a recibir a Gaspar Zarrías, María Luisa García Juárez y al delegado provincial del Gobierno andaluz, José Antonio Gómez Periñán, que llegaron a pie por el centro de la plaza.

En el primer acto oficial de la tarde, Arias pudo conocer la Casa de todos los gaditanos y sus dependencias, recibiendo como presente una polvera -recipiente que usaban las mujeres para esconder la constitución- y los ejemplares de las constituciones de 1812 y de 1978. Y a continuación, la alcaldesa le entregó en el Salón de Plenos las llaves de la ciudad "a un hombre de paz", como saludó Martínez al presidente costarricense, según el acuerdo plenario del pasado 5 de septiembre.

Las banderas de Costa Rica y España, además de las de Andalucía y Cádiz, presidían el salón, con todos los concejales (salvo Juan José Ortiz y Santiago Posadas, del PP, y Natalia Álvarez, del PSOE) en sus asientos y el resto de representaciones políticas españolas y costarricenses en la parte delantera de una sala sin público y sin aire acondicionado, pues Arias no es amigo de estos aparatos que se evitaron en todo momento.

Con las llaves en su poder, el Premio Nobel de la Paz en 1988 aseguró que las recibía "porque nunca vendremos a esta tierra declarando la guerra, sino con los brazos extendidos", recordando que en su país abolieron el ejército hace 60 años y haciendo referencia al cariño especial que le tienen a Cádiz, "que siempre llevamos en la frente", y a su constitución casi bicentenaria.

El barrio de La Viña fue la siguiente parada de la ruta Arias, que antes de partir del Ayuntamiento tuvo que bajar la ventanilla de su coche y atender a una curiosa (de los tantos que había en San Juan de Dios) que golpeaba la puerta del vehículo. "¿Y tú quién eres?", le preguntó saltándose la seguridad y todos los pronósticos y protagonizando, sin duda, una de las anécdotas del día.

De la Viña conoció Arias el castillo de Santa Catalina, donde además de visitar las instalaciones de la antigua fortaleza tuvo oportunidad de clausurar la exposición de figuras de cerámica La hija de Eva, de la costarricense Tamara Ávalos, una de las participantes en el programa cultural De ida y vuelta que puso en marcha el Ayuntamiento gaditano y el ministerio de Cultura del país iberoamericano.

Y tras una copa en el interior del castillo, animada por un trío musical con guitarra, saxofón y contrabajo, la amplia comitiva política formada por siete vehículos oficiales y un autobús emprendió rumbo al barrio de Santa María. Las luces y sirenas de la escolta policial que custodiaba la caravana política recorrieron el Campo del Sur hasta llegar al Centro de Arte Flamenco de la Merced, donde disfrutaron de una cena con más de cien comensales y amenizada con la actuación del cuadro flamenco de María José Franco.

Tres actos oficiales, tres paradas del presidente de Costa Rica en su primera visita a Cádiz y tres barrios históricos que pudo conocer ayer Óscar Arias, el hombre que por su defensa de la paz y su buen talante se convirtió ayer en el primero de los jefes de Estado que visitan Cádiz con motivo de la celebración del Bicentenario y que hoy se irá de la capital gaditana con las llaves de la ciudad en su poder.

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