Palomada Popular. Por Fernando Santiago

PALOMADA POPULAR

Hace unos cuantos años el Ayuntamiento decidió retirar de la ciudad algunas palomas que invadían las plazas  y perturbaban a los ciudadanos. Para que no hubiera protestas , Carlos Díaz dijo que servirían para dar de comer a indigentes, lo que provocó un magnífico artículo de Carmen Morillo con el título “Palomada popular” que se haría, según la periodista, en la calle de Bahía Blanca donde vivía el alcalde. Tiempo después, Purificación González de la Blanca siendo concejala, presentó una propuesta a pleno contra “el exterminio nazi de las palomas” según lo calificó. Hubo un tiempo que se tiraban petardos en la plaza Mina para ahuyentar a los estorninos, pero con las cotorras argentinas me malicio yo que no hay quien pueda. En tiempos del kichismo se declaró a Cádiz como Ciudad Amiga de los Animales de resultas de lo cual , por ejemplo, se expedían carnets de alimentadores de gatos y se provocó un aumento exponencial de la población de palomas y gaviotas, algunos decían que también de ratas, pero eso debió ser una maledicencia. El caso es que se retiraron palomas y se dijo , para tapar bocas, que las llevaban a no sé qué finca de Valencia donde vivirían felices, nunca más se supo de aquello. El caso es que Cádiz está inundado de palomas, es raro que estés en una terraza y no tengas una bandada de palomas queriendo picotear en la comida e incluso si estás parado en una calle no te bautiza una de estas aves que quien las convirtió en símbolo de la paz nos hizo la puñeta . Solo las gaviotas exterminan a las palomas a base de comérselas, eso por no hablar de que la sobrepoblación provoca enfermedades. Purita se quita el aburrimiento en la plaza de San Francisco con unas enormes bolsas de migas de pan para alimentarlas, mientras los hosteleros no hacen más que quejarse por la incomodidad que provocan. Durante algún tiempo en el Terraza  tiraban las bandejas vacías al suelo para ver si con el escándalo conseguían que se fueran, pero el hambre puede más que el ruido. Así que tenemos Cádiz invadida por las palomas y en el Ayuntamiento tienen miedo de tomar alguna medida no vaya a ser que los ecologistas digan algo chungo o los jubiletas que les dan de comer pongan el grito en el cielo. Mientras tanto caminen ustedes con rapidez no vayan a verse chorreando de porquería, y si se sientan a tomar algo, ármense de paciencia. Me malicio yo que no habrá Palomada Popular como la que describió la Morillo debido a la política municipal de contentar a todo bicho viviente, en este caso nunca mejor dicho. Como no nos lo tomemos en serio vamos a terminar todos como la chirigota del Yuyu  De Plaza en Plaza, “es triste y dura la vida de un palomo porque hace tiempo que no me como un bistec de lomo”.

Fernando Santiago

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