Banderas al viento. Por Fernando Santiago

BANDERAS AL VIENTO

A la gente le gusta poner una bandera en el balcón como seña de identidad. En Cataluña hace años si no tenías puesta la bandera estrellada (“estelada” dicen los cursis) eras un malvado facha partidario de la Constitución y por lo tanto no debían ni saludarte en el ascensor. El tiempo cura las tonterías, ya no hay banderas independentistas en los balcones ni nadie se cree de verdad que se vaya a crear la república catalana. Cuando se acerca el verano empiezan a poner la bandera arcoíris ,  síntoma de que  es moderno, inclusivo y trasversal . Rajoy pidió  un 12 de octubre que la gente pusiera la bandera de España, aunque se veían más carteles de “Se vende” que banderas rojas y amarillas (los cursis dicen “rojigualda”, como el pasodoble), que ahora vuelve gracias a Lamine Yamal y Nico William, dos hijos de migrantes. En su época había balcones con la bandera griega, en San Antonio se podía ver una, cuando Grecia amagó con plantarle cara a la Unión Europea y terminó por agachar la cabeza y aceptar el dictamen de los Hombres de Negro. En algún que otro sitio hay enseñas del Polisario, aunque desde que Pedro Sánchez reconoció la soberanía de Marruecos sobre la antigua colonia española la causa saharaui ha decaído . Ahora la gente pone banderas de Palestina, como símbolo de apoyo a este sufrido pueblo, me malicio yo que a Benjamín Netanyahu de da bastante igual si en Cádiz alguien poner una bandera palestina en su balcón. Todavía hay algunas lonas con palabras gaditanas, de cuando el Congreso de la Lengua. Las del Cádiz han desaparecido de las calles tras el batacazo de este año, que la gente es muy novelera para estas cosas. Hace tiempo que se usaba la bandera de Cuba como símbolo de rebeldía, pero desgraciadamente para los cubanos este país es el síntoma del fracaso de la experiencia comunista,  no tienen ni para comer, como para servir de ejemplo a ningún país. No digo nada de Venezuela o del Frente Sandinista, en su día parecía que iban a ser guía para la emancipación de los pueblos y han resultado verdaderas cárceles para sus ciudadanos, regímenes dictatoriales y corruptos, vergüenza para quienes enarbolaron aquellas banderas. De aquí a nada se pondrá de moda Sudán del Sur, los rohinya o los mapuches. Igual a la gente le da por enarbolar la tricolor francesa y cantar La Marsellesa, por decir algo, como la enseñas violetas,  o pulseras con la bandera española, tantas causas que sirvieron para hacer pegatinas o sentirnos partícipes de una gran causa .Tras colgar la bandera  vemos el último estreno de Netlix, reservamos un apartamento por Airbnb, compramos un billete de Ryaniar, pedimos a Uber que nos traiga sushi , hecho todo  desde nuestro IPhone.

Fernando Santiago

stats