Es la excepción cada vez que se echa en falta el compromiso de los intelectuales al pronunciarse sobre los asuntos de actualidad. Es una histórica del andalucismo, reconocida y prestigiada en su profesión: el americanismo. Pertenece a la Real Academia de la Historia y a la sevillana de Buenas Letras. El Gobierno andaluz le concedió en 2003 la Medalla de Andalucía, entre otras distinciones que jalonan su trayectoria. Enriqueta Vila (Sevilla, 1935) fue testigo directo y activo del nacimiento de la autonomía andaluza, ejerció varios años como concejal andalucista en el Ayuntamiento de Sevilla, cuando en la política había perfiles muy distintos de los actuales. Como buena andalucista, es generosa en el relato sobre su vivencia personal aquel 4 de diciembre de 1977, cuando una marea blanca y verde se echó a la calle, o de la noche del 28 de febrero en que siguió el recuento del referéndum en el Casino de la Exposición.

-Aquel día de diciembre fue de los más emocionantes de mi vida. Me levanté a las ocho de la mañana y me fui andando desde Nervión hasta el centro. Algo me decía que iba a ser un día muy importante. Tal vez por la querencia de mi vocación americanista, me coloqué en las gradas del Archivo de Indias a ver pasar aquella marea de fervor andalucista. Recuerdo a los niños que portaban la gran bandera, uno de ellos era Fernando, el hijo de Antonio Burgos. Soy de lágrima fácil, así que imagine la emoción con la que viví todo aquello... Aquellos días se hablaba de las autonomías de primera y de segunda. Los andaluces teníamos claro que no podíamos quedar relegados, que no podíamos ser como una gran diputación provincial, sino una autonomía de pleno derecho como Cataluña y el País Vasco. Siempre he sido andalucista, nunca autonomista, pero percibí que Andalucía tenía que estar a la altura de las demás autonomías en cuanto a capacidades.

-¿Y qué pasó después? ¿Se esfumó el espíritu andalucista?

-No, no se diluyó. Sí se acabó diluyendo el Partido Andalucista, del que hay gente que ya no conoce ni las siglas. El PSOE tuvo la habilidad de apropiarse de la bandera, de los símbolos. Escuredo le robó el andalucismo al PA.

-Pero los grandes partidos arguyen que sí defienden a Andalucía y se definen andalucistas.

-¿Quién habla hoy de Andalucía en los Plenos de las Cortes? Nadie. Sólo hay momentos para la charlotadas como la del otro día de Manuel Pezzi de sacar la bandera. ¿A qué parlamentario del PP o del PSOE se le oye hablar de Andalucía en el Congreso de los Diputados? Nadie lo ha hecho en Madrid con la intensidad de Alejandro Rojas-Marcos, que hasta le habló a la cara a Arnaldo Otegi, lo que le valió que los guardias civiles de Sevilla se le cuadraran dándole las gracias. El sentimiento andalucista lo robaron y lo metieron en una caja fuerte, como el Tesoro del Carambolo.

-¿Por qué cree que el PP se tropieza una y otra vez en Andalucía?

-El PP no gobierna aún Andalucía por la metedura de pata de la UCD, de la que es heredero natural. Aquello de Lauren Postigo del Andaluz, éste no es tu referéndum fue terrible. El PSOE lo aprovechó y se apropió de todo. Pero la culpa, si la hay, es de los andaluces, que son los que siguen votando mayoritariamente a un partido político donde hay tantos corruptos. Una mera cuestión de aseo aconseja la alternancia en la democracia. Pero Andalucía parece muerta... El andalucismo existe, pero sólo en una minoría. Y me atrevería a decir que en una minoría muy minoritaria.

-Como privilegiada observadora, ¿cómo ve la campaña?

-La campaña está siendo horrible. No veo los debates porque no me aportan nada. Sigo mucho la radio y ya sé lo que van a decir los candidatos. Repiten siempre lo mismo. Prometen cosas que no van cumplir. Y yo soy ya muy vieja para perder el tiempo.

-Hábleme de los candidatos.

-La figura que ha puesto el PP no tiene carisma. No lo veo como un líder cuyo discurso sea atractivo. ¿Moreno Bonilla se llama? A Susana Díaz la he tratado de cerca en dos ocasiones muy distintas. Me gusta mucho su forma de hablar en los actos, sabe lo que tiene que decir en cada momento. Enfoca bien los temas. Pero le he oído cosas que me han gustado menos, ese estilo en los mítines que hay quienes llaman miarmero... Esos gritos sobre su decencia y el poder mirar a los ojos a la gente... Creo que ese estilo alude a lo que precisamente queremos desterrar de Andalucía, que es la imagen que tenemos de estar todo el día viendo en la televisión a Belén Esteban. ¡Que nos dejen ya de identificar con el estilo miarma, por favor! El PSOE no ha podido o no ha querido acabar con esta imagen nuestra tan vinculada a la televisión.

-¿Y el candidato de IU?

-Me sorprende que Maíllo diga que ellos están limpios, pese a haber estado gobernando con el PSOE en la Junta. ¿Y también están limpios después de los gobiernos en el Ayuntamiento de Sevilla, por ejemplo? Decir eso es mentir.

-Susana Díaz anticipó las elecciones para presidir un gobierno más estable. Eso dijo, al menos.

-Susana Díaz no convocó elecciones anticipadas para asegurarse un gobierno estable. Ella lo que no soportaba más es a IU. Y la puedo comprender. Se ha negado a pasar por todo lo que le pedía Diego Valderas. Chaves y Griñán eran más fáciles a la hora de pactar, pero Susana Díaz es de un perfil más duro. Ahí tengo que aplaudirla, pero el Gobierno de Andalucía va a estar igual de inestable que antes. Algo tengo que decir con mucha claridad. ¿Qué es eso que dice Susana Díaz sobre que nadie le va a decir con quién tiene que pactar? En política, si no se saca mayoría absoluta, es el partido el que decide con quién y cómo se pacta. ¡Claro que el PSOE se lo va a decir a ella, naturalmente! Ella sola no puede decidir un pacto. Otra cosa que no entiendo de Susana Díaz es que diera por hecho en un mitin que Rajoy estará cuatro años más en la Moncloa, cuando dijo que el PP en Madrid la tendrá que seguir aguantando en Andalucía, ¿cómo alguien tan listo puede perder así los papeles?