El caso Bretón es tal vez uno de los sucesos más truculentos de la historia negra de Córdoba. Para casi nadie pasa ya desapercibido el nombre del supuesto asesino de los pequeños onubenses Ruth y José, José Bretón; de su madre, Ruth Ortiz; sus letrados, José María Sánchez de Puerta y Reposo Carrero; e incluso del fiscal jefe de Córdoba, José Antonio Martín Caro, quien no ha dudado en expresar en diversas ocasiones ante los medios su opinión sobre el trágico suceso.

Hoy concluye el plazo para que la Fiscalía presente ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba su escrito provisional de acusación contra José Bretón, después de que la semana pasada lo hiciera la acusación particular. Ayer mismo, Martín Caro aún se sorprendía ante la expectación de los periodistas por conocer el relato de los hechos y la pena que solicita el Ministerio Fiscal para el acusado, pero no soltó ni una sola palabra al respecto. Y es que, en un caso como éste, para el fiscal jefe, hay que seguir al dedillo lo que marca la ley; es decir, presentar el escrito al juez para que éste dé su traslado a las partes. "No sería de recibo que tanto la acusación particular como la defensa se enterasen por los medios de comunicación", insistió.

A pesar de su negativa a desvelar ningún detalle, lo que está claro es la postura firme que Martín Caro ha mantenido desde el 8 de octubre de 2011, el día en el que se denuncia la desaparición de Ruth y José. Para él, desde un principio, José Bretón estaba detrás de lo ocurrido, puesto que en su versión no daba una explicación razonable sobre lo ocurrido a sus dos hijos. Y así lo dijo claramente días después de la detención Bretón, cuando insistió ante las cámaras de televisión que existían motivos más que suficientes para su ingreso en prisión, ya que los pequeños estaban con él en el momento de su desaparición.

Con este mismo argumento, Martín Caro echó por tierra los dos recursos presentados por la defensa de Bretón para pedir su puesta en libertad al no existir indicios de que él fuese el responsable de la desaparición de sus hijos. Pero esto cambió a finales del pasado mes de agosto, cuando dos informes concluían que los restos encontrados en la hoguera de Las Quemadillas pertenecían a humanos. Bretón pasó de estar acusado de dos delitos de detención ilegal a dos delitos de asesinato con la agravante de parentesco.

Ante este panorama, Martín Caro mostró la misma firmeza que durante todos los meses de búsquedas infructuosas para defender que, tal y como marca la ley, deber ser un jurado popular el que juzgue a José Bretón por el supuesto asesinato de sus dos hijos. Según su opinión, una cosa es la transcendencia del caso y otra muy distinta tener una decisión formada al respecto. Con el escrito de la Fiscalía hoy se dará un paso más para la celebración de la vista oral.