Cádiz

Cantar contra las mordazas

  • Miles de personas se dieron cita ayer en la Plaza de San Antonio para escuchar a Orishas, Jarabe de Palo, Mala Rodríguez y Javier Ruibal en el I Festival Internacional por la Libertad de Expresión

Canta y no te calles. Canta como Ruibal, "que te arranques de la boca el maldito esparadrapo". Canta como Mala Rodríguez, "si te han pegao, vete". Canta como Pau Donés, no, mejor, "grita". Canta como Orishas y denuncia si "te roban el son". Canta, si no, escucha, como las miles de personas que acudieron ayer a la Plaza de San Antonio para ver a los músicos participantes en el I Festival Internacional por la Libertad de Expresión. Canta contra las mordazas. Canta, que quien canta sus males espanta.

En esa línea de denuncia y reivindicación del derecho a la Libertad de Expresión se movió el macroconcierto presentado por los periodistas Paz Santana y Juan Ochoa que, valientes, hicieron referencias constantes al maltrecho estado actual de la profesión periodística, "con sueldos precarios y despidos improcedentes y masivos", en nuestro país y, especialmente, en Cádiz.

A esta proclama se sumó el primer artista que subió a las tablas de San Antonio. El cantautor portuense Javier Ruibal ejerció su "derecho a la libertad de expresión" y se solidarizó con los periodistas y con los músicos que reclaman la oportunidad de tocar en directo en los bares. "Pido a quien corresponda que se le de a esta situación una salida y que lo legisle". Ahí quedo. Tras estos dos dardos bien lanzados, el pregonero del Carnaval se dispuso a entonar Habla por esa boquita, un verdadero himno, metido por rumba, que el intérprete compuso para el centenario de la Asociación de la Prensa de Cádiz, organizadora del festival junto con la colaboración del Consorcio del Bicentenario y el Ayuntamiento , y el patrocinio de Unicaja y Grupo Joly, entre otros.

La Reina de África, Por tu amor me duele el aire, Si no me besas, Ave del Paraíso y P´a mi corazón sonaron, entonces, en esa voz que rezuma aires de las dos orillas y que estuvo acompañada por el buen hacer de Glazz, con Javi Ruibal a la percusión, Dani Escortell al bajo y José Recacha a la eléctrica. Bonitas letras, buenas canciones, aunque los seguidores del artista esperaban, quizás, algunos de los muchos versos reivindicativos de uno de los músicos más comprometidos con la realidad que nos toca vivir.

Quien no se cortó un pelo fue la niña terrible del hip hop español, Mala Rodríguez, que tronó, se enrabió y se gustó durante su actuación con dj Woody a los platos. María rapeó sin hacer concesiones a los poderosos, al maltratador, al patrón... "Soy una patá en la boca", soltaba en Caída libre, uno de los temas que lanzó en un amplio repertorio que hiló sin respiro.

Tengo un trato, Volveré, Enfermo, Jura y gana y Menos tú antecedieron a la que confesó ser su letra "favorita", Memorias del futuro. "Date cuenta que aunque aceleres no te va a salir la cuenta", rezaba. "Si se une la gente, si pide un deseo, la matriz se abre, regresa el viento", anheló con emoción.

Un popurrí estructurado con cortes de En la hoguera, Jugadoras, jugadores, Con los ojos de engañá, No van y El gallo enardeció a un público que la Mc se terminó de ganar con La niña, Por la noche, La cocinera, la pegadiza Toca, toca, Te convierto, La rata, y Nanai. La base de Yo marco el minuto señaló la despedida de la carismática jerezana que no paró de repetir "las ganas que tenía de venir aquí".

El respetable estaba a gusto. Y la silueta de las torres de la iglesia ya se recortaba en una oscuridad absoluta. Las horas pasaban rápido, impunemente. Y la espera en los descansos se llevaba mejor con un poquito de cachondeo. El parecido de Juan Ochoa con Andreu Buenafuente no pasó desapercibido al guasón público de Cádiz que se expresó libremente: "Buenafuente oe". El aludido se lo tomó con humor, al igual que Santana que brincó ante un ensordecedor: "Que bote la rubia". Cádiz puro.

Pero, cosas del azar, lo que no se esperaron los espectadores fue al verdadero Buenafuente que los saludaba desde las pantallas que flanqueaban el escenario. El presentador dejó un mensaje para los asistentes donde se confesaba el verdadero autor de Jarabe de Palo y todas sus canciones. Una simpática presentación al espectáculo de Pau Donés y su banda que en Reciclando Tour revisan sus temas más populares con un puntito blues band muy agradecido.

Elegantísimo y vestido de frac, el vocalista de Jarabe de Palo interpretó canciones como Lado oscuro, Bosque de Palo, Depende, Agua y Dos días en la vida arropado por una banda de altura en la que no faltó saxo (espléndido), teclados, percusión, batería, bajo y guitarras. Todo un despliegue de swing y buen gusto que, también se materializó, en las melodías acertadamente alteradas de De vuelta y vuelta, Déjame vivir, Bonito, La Flaca y Grita.

La hora bruja ya quedaba algo lejos cuando los emisarios del dios Omnipotente pisaron el escenario para revolucionar a los gaditanos. Los cubanos de Orishas conjuraron el mejor son y el mejor flow en Cosita buena, Nací Orishas, Represent y Bruja mientras el público disfrutaba y bailaba con ellos y con otras de sus canciones como A lo cubano, Guajira, El kilo, Público, Tumbando y dando, Machete, Hay un son y Qué pasa. También sin pelos en la lengua. Sin mordazas.

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