¿Por qué un chaparrón de lluvia en Cádiz puede ser indetectable en las previsiones del tiempo? Esto es lo que dice un meteorólogo

Si algo ha demostrado la Semana Santa recién terminada es que el de las previsiones meteorológicas es un mundo más complejo del que pueden hacer llegar a creer algunos aficionados. No basta sólo con consultar unos datos numéricos sino que hay que enfrentarlos con otras herramientas de vigilancia, otros datos de estaciones, radares, etc, para llegar a la esencial interpretación final de los expertos, los meteorólogos.

Y ha sido en esta Semana Santa precisamente donde se han dado situaciones muy confusas para el ciudadano de a pie. Jornadas que parecían soleadas pero que cambiaban en un segundo, descargando intensa lluvia y hasta granizo en suelos que antes estaban completamente secos. Con cofradías siempre pendientes del cielo y los partes, que optaban por salir y que veían como de repente un chubasco fuerte arruinaba su momento de procesión en la calle y, lo que es peor, incluso llegaba a afectar a su patrimonio.

¿Pero por qué se producen chaparrones que no se recogen en los partes? Manuel Salguero es meteorólogo gaditano detrás de la cuenta en X (antes Twitter) @EltiempoenCadiz y desde su perfil ha hecho un seguimiento diario de lo esperable en la semana grande gaditana en lo que a tiempo se refería. En una conversación con Diario de Cádiz explica el funcionamiento de los radares meteorológicos, dando las claves de por qué se dan ocasiones en las que estas herramientas no son capaces de captar las lluvias que se están produciendo en un lugar concreto.

Explica Salguero que "los radares meteorológicos son herramientas esenciales para observar y anticipar fenómenos atmosféricos como lluvias o tormentas" pero no se puede desarrollar una predicción únicamente en base a ellos. "Es una herramienta de vigilancia, para ver el comportamiento de la precipitación en tiempo real o con unos minutos de adelanto" pero para interpretar sus datos es necesario tener en cuenta otros aspectos físicos como la distancia al radar, el tipo de lluvia o la altitud de las nubes.

Respecto a la distancia entre el radar y el área que se está observando, Salguero razona que "debido a la curvatura de la Tierra, el haz del radar, que se emite en línea recta y ligeramente ascendente, se va elevando respecto al nivel del suelo conforme se aleja. Esto significa que, en zonas lejanas, el haz puede pasar por encima de las nubes que están produciendo la lluvia, especialmente si estas se encuentran a baja altura".

"Otra situación habitual ocurre con las lluvias asociadas a frentes cálidos o nubosidad estratiforme, donde la precipitación se origina en nubes bajas y poco desarrolladas verticalmente, como los estratos o nimbostratos. Estas lluvias pueden caer desde alturas reducidas, a veces por debajo de los 1.000 metros, y no tienen la intensidad o el espesor suficiente como para reflejar una señal detectable desde ciertos ángulos del radar", continúa.

Esto es lo que cuenta Salguero ocurrió en algunos municipios gaditanos durante la Semana Santa, cuando se produjeron lluvias asociadas a un frente cálido que no fueron captadas por el radar de Aemet situado en Sevilla, el que queda más cercano a la provincia. "En dichas áreas de Cádiz, el haz del radar ya circula a una altitud considerable, demasiado elevada como para detectar las precipitaciones de nubosidad baja que se estaban produciendo". Sobre una futura mejora tecnológica que cubra a la provincia, Juan Antonio Salado, meteorólogo y miembro de la AME (Asociación Meteorológica Española) indica que "Aemet está renovando su red de radares con un presupuesto de 36 millones de euros. La provincia de Cádiz contará con su propio radar".

Elementos para realizar una buena predicción

Según Manuel Salguero, son tres los aspectos más importantes para poder desarrollar una buen pronóstico meteorológico:

• Modelos numéricos, simulaciones informáticas que calculan cómo se va a comportar la atmósfera
• Datos de satélite, estaciones, globos sonda y radar, que alimentan esos modelos y los ajustan.
• La interpretación humana (esencial), meteorólogos que analizan los datos para emitir pronósticos ajustados a la realidad